⎯ No te molesta, ¿verdad? –lo miro confundida⎯ ¿No te molesta que sea gay?
Supongo que su pregunta viene ante la expresión de sorpresa que debo tener en mi rostro
⎯ ¿Qué?, no, no. Esto es... ⎯ Sander me mira aliviado, pero a la vez con expectación. ⎯ ¡fantástico! ⎯casi grito de la emoción⎯ es decir, no lo esperaba, pero no tengo problema con ello.
Él me regala una de sus deslumbrantes sonrisas y es inevitable no responderle con una igual. En una agradable conversación mientras comemos, me cuenta cómo se conocieron y como lo llevan hasta el día de hoy.
⎯ Disculpa la indiscreción, pero tengo curiosidad ⎯digo un poco nerviosa pero segura. Si no se lo pregunto mi lado cotilla explotará.
⎯ Soy todo oídos ⎯sonríe de manera amable en mi dirección.
⎯ ¿Cómo te diste cuenta de que te gustaban los chicos? ⎯suelto de sopetón.
Parece que mi pregunta le causa gracia
⎯Toda mi vida me he sentido diferente, no del tipo en que no soy normal, he sentido que mis gustos y preferencias, no solo sexuales, han estado fuera de lo que todos llaman "habitual". Al inicio no lo notaba pues era muy pequeño ⎯hace una pausa⎯ hasta que un día en el instituto estábamos jugando verdad o reto y tuve que darle un beso a mi mejor amigo. Fue ahí donde comencé a notar esas diferencias. En realidad, nunca les di mucha importancia, mientras crecía lo vi como algo de lo que no debía avergonzarme y en casa creo que lo intuyeron, nunca tuve la necesidad de contarlo. Fui creciendo con ese apoyo y amor familiar que me motivaba a no bajar la cabeza y no dejar de ser quien soy.
Entre más hablaba con Sander más a gusto me sentía. Es muy cálido y extrovertido. Me encanta su actitud, es tan atrapante que puedes quedar horas y horas con él sin ver transcurrir el tiempo. Creo que es una de las pocas veces que sonrío tanto en mucho tiempo y esto no hace más que agradarme.
Sin darme cuenta ya era hora de volver a mi siguiente clase.
⎯Ya es hora de irme ⎯digo casi en un susurro.
⎯Si, ya se va haciendo tarde. Tengo una clase en 30 minutos.
⎯Ha sido un placer almorzar contigo, espero que se repita. ⎯propongo.
⎯ Tenlo por hecho. ⎯dice mientras salimos juntos del lugar.
Decidimos irnos juntos hacia la universidad. En el transcurso del camino acordamos hacer lo mismo de hoy, y promete llevar a Lucas para conocernos mejor.
⎯
Estoy exhausta. Hace 15 minutos llegué a casa y justo ahora estoy recostada en el sofá. No he probado bocado desde el almuerzo con Sander por lo que me dirijo hacia la cocina. Miro en la alacena y encuentro pastas, pero estoy muy cansada para prepararlas. Así que decido llamar a mi restaurante favorito. Voy por mi teléfono y marco de inmediato.
Al tercer timbre contesta la recepcionista.
⎯ Buenas noches, ¿en qué puedo servirle?
⎯ ¡Gretta! Soy Addison ⎯saludo mientras tomo asiento nuevamente en el sofá.⎯ Oh, Addy. Hace mucho no vienes por aquí. ¿Qué tal todo? ⎯pregunta animadamente.
⎯ No he salido mucho desde que llegue a LA. Entre organizar mi apartamento y la universidad no me ha quedado tiempo para pasar por allá.
⎯ La universidad al inicio es bastante agotadora. Te lo digo yo que ya pasé por eso. ⎯de fondo se escucha la voz del viejo Frank. ⎯ ¿Ordenarás lo mismo de siempre?
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INCIERTO
Teen Fiction¿Acaso la edad condiciona el sufrimiento? Jamás se está preparado para lo que me tocó vivir. La vida a algunos les da pequeñas embestidas, pero a otros, como en mi caso, nos lo quita todo. Ésta es mi historia, ¿quieres conocerla?