Capítulo 4

87 16 1
                                    


⎯ No te molesta, ¿verdad? –lo miro confundida⎯ ¿No te molesta que sea gay?

Supongo que su pregunta viene ante la expresión de sorpresa que debo tener en mi rostro

⎯ ¿Qué?, no, no. Esto es... ⎯ Sander me mira aliviado, pero a la vez con expectación. ⎯ ¡fantástico! ⎯casi grito de la emoción⎯ es decir, no lo esperaba, pero no tengo problema con ello.

Él me regala una de sus deslumbrantes sonrisas y es inevitable no responderle con una igual. En una agradable conversación mientras comemos, me cuenta cómo se conocieron y como lo llevan hasta el día de hoy.

⎯ Disculpa la indiscreción, pero tengo curiosidad ⎯digo un poco nerviosa pero segura. Si no se lo pregunto mi lado cotilla explotará.

⎯ Soy todo oídos ⎯sonríe de manera amable en mi dirección.

⎯ ¿Cómo te diste cuenta de que te gustaban los chicos? ⎯suelto de sopetón.

Parece que mi pregunta le causa gracia

⎯Toda mi vida me he sentido diferente, no del tipo en que no soy normal, he sentido que mis gustos y preferencias, no solo sexuales, han estado fuera de lo que todos llaman "habitual". Al inicio no lo notaba pues era muy pequeño ⎯hace una pausa⎯ hasta que un día en el instituto estábamos jugando verdad o reto y tuve que darle un beso a mi mejor amigo. Fue ahí donde comencé a notar esas diferencias. En realidad, nunca les di mucha importancia, mientras crecía lo vi como algo de lo que no debía avergonzarme y en casa creo que lo intuyeron, nunca tuve la necesidad de contarlo. Fui creciendo con ese apoyo y amor familiar que me motivaba a no bajar la cabeza y no dejar de ser quien soy.

Entre más hablaba con Sander más a gusto me sentía. Es muy cálido y extrovertido. Me encanta su actitud, es tan atrapante que puedes quedar horas y horas con él sin ver transcurrir el tiempo. Creo que es una de las pocas veces que sonrío tanto en mucho tiempo y esto no hace más que agradarme.

Sin darme cuenta ya era hora de volver a mi siguiente clase.

⎯Ya es hora de irme ⎯digo casi en un susurro.

⎯Si, ya se va haciendo tarde. Tengo una clase en 30 minutos.

⎯Ha sido un placer almorzar contigo, espero que se repita. ⎯propongo.

⎯ Tenlo por hecho. ⎯dice mientras salimos juntos del lugar.

Decidimos irnos juntos hacia la universidad. En el transcurso del camino acordamos hacer lo mismo de hoy, y promete llevar a Lucas para conocernos mejor.

Estoy exhausta. Hace 15 minutos llegué a casa y justo ahora estoy recostada en el sofá. No he probado bocado desde el almuerzo con Sander por lo que me dirijo hacia la cocina. Miro en la alacena y encuentro pastas, pero estoy muy cansada para prepararlas. Así que decido llamar a mi restaurante favorito. Voy por mi teléfono y marco de inmediato.

Al tercer timbre contesta la recepcionista.

⎯ Buenas noches, ¿en qué puedo servirle?
⎯ ¡Gretta! Soy Addison ⎯saludo mientras tomo asiento nuevamente en el sofá.

⎯ Oh, Addy. Hace mucho no vienes por aquí. ¿Qué tal todo? ⎯pregunta animadamente.

⎯ No he salido mucho desde que llegue a LA. Entre organizar mi apartamento y la universidad no me ha quedado tiempo para pasar por allá.

⎯ La universidad al inicio es bastante agotadora. Te lo digo yo que ya pasé por eso. ⎯de fondo se escucha la voz del viejo Frank. ⎯ ¿Ordenarás lo mismo de siempre?

INCIERTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora