열둘

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Y fue entonces cuando me di cuenta de que no estaba sola, me di cuenta de que todo era una banda que cubría mis ojos, — Jimin esta conmigo — y que ese ardor que comenzaba a hacer saltar mi corazón no era más que amor.

—No podemos regresar ahora a Busan —Dije separándome de su hombro

—Tienes razón y para eso tengo una mejor solución aunque igual y nos congelamos —Replicó con una leve sonrisa

—¿Qué estas planeando Park? —Respondí achicando mis ojos

—Vamos, debemos irnos

Jaló de mi brazo y me llevó directo a su auto, manejamos por una media hora hasta llegar a nuestro destino

—¿La torre N de Seul, Jimin?

—¿Es hermosa, a que si?

—Lo es pero ¿qué hacemos aquí?

—Bien pues dormiremos en el auto contemplando la torre y ¿qué tal si a eso le agregamos tomar un café americano?

"Hoseok" -pensé al instante y un montón de flashbacks se hicieron presentes en mi cabeza y que al instante y por arte de magia se borraron

—Suena delicioso —Dije sin pensar y un color carmesí en las mejillas de Jimin se asomó —Lo del café, es decir, si eso —Comencé a tartamudear

—Lo sé, tontita —Dijo soltando una gran carcajada— Hay una máquina de bebidas en la esquina ¿vamos? Dicen que el café barato es el mejor

Bajamos de su auto —Vaya, estar caminando a las 2 de la madrugada en Seul hace que se te enfríen hasta los huesos— Jimin iba apegado a mi y sintió que todo mi cuerpo temblaba así que lo único que hizo fue entrelazar mi mano derecha con la suya y meterlas a su abrigo

—Me siento tan libre —Comentó apenas para escucharse el mismo

—Yo también me siento así

—Estar contigo me hace sentir así, Koko

Compramos el café y fuimos al auto de nuevo, Jimin sacó de la cajuela un montón de pequeñas mantas.

—¡Halá! Este café sí que es bueno —Dije dándole un sorbo al recipiente

—¡Te lo dije! oye Yuriko hay que tomarnos una foto, dame tu celular —Le extendí mi mano con mi celular y no es por exagerar pero Jimin nos tomó más de 15 fotografías

Me acurruqué en el asiento de copiloto con una de las mantitas y caí en un sueño profundo.

Desperté al escuchar un montón de claxons sonando a mi al rededor

—¿Jimin? —Dije esbozando un gran bostezo

—Creí que no despertarías nunca, Koko —Sonrió

—¿Qué hora es?

—Son las 10am, ya casi llegamos, pasaré a dejarte a casa y me disculparé con tu madre ¿esta bien?

—Oh no es necesario, no quiero que te mate también

—Bueno pues demasiado tarde —Se aparcó justo frente a mi casa

Abrí cuidadosamente la puerta y mi madre desesperada caminando de un lado a otro con el teléfono en la oreja fue lo que me recibió al entrar

—¡Hija! Dios mío ¿donde estabas? ¿sabes lo preocupada que estaba? Creí que te habían secuestrado o que te había dado un ataque y estabas en el hospital

ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀᴅᴀ ᴅᴇ ᴜɴ ғᴀɴᴛᴀꜱᴍᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora