La Luna que llora a ríos de cascadas. (NaLu)

La Luna que llora a ríos de cascadas. Este cap.va después del anterior

ESTE CAP. VA DESPUÉS DEL PRÓXIMO!! ES UNA FALLA!!

Trompetas resonaban. Estaba esperando a Natsu nerviosa. Nunca había estado en una guerra antes, la verdad es que no quiero ser partícipe de esta situación pero simplemente no puedo retractarme ya que es obligatorio. A lo lejos pude divisar la figura de el ser que más amaba del cual era capaz de entregar mi vida por el si hacia falta. Natsu llego en frente de mí me dio un beso corto en los labios de buenas noches para luego hablar.

Natsu- Estas lista my Luna de oró?

Lucy- Siempre he tenido curiosidad del por qué me llamas Luna de oró...

Natsu- Pues es por que eres igual de hermosa que la esfera pero de color oró. *dijo mientras jugaba con mi cabello* Y por qué eres lo más hermoso, brillante y puro que conozco...

Lo mire a los ojos. Pude ver en ellos amor, ternura, sinceridad pero también encontré temor en ellos... no lo culpo yo estaba igual o peor...

Lucy- Qué te preocupa amor? *dije mientras le rodeaba el cuello con mis manos y le plantaba un beso en su mejilla*

Natsu- En serio preguntas? *río con sarcasmo* Tengo miedo a perderte... a perder lo todo pero sobre todo a ti. No quiero perderte. *agachó su vista desviando la perdido en sus pensamientos los cuales no podía descifrar por alguna razón.*

Lo tome del mentón he hice que me mirase...

Lucy- Escúchame, no me perderás hicimos un juramento. Pero tu también la tienes que cumplir, lo juramos ayer. Saldremos de esta. Aunque no te puedo negar que estoy asustada.

Natsu- ¿Cómo es que siempre me tranquilizas con sólo hablar? *sonrió enamorado*

Lucy- Será por que me amas? *sonreí de igual manera*

Estábamos apunto de darnos otro beso pero en eso sonó la alerta. Eso alteró mis sentidos... volvieron a sonar. Teníamos que bajar al lugar el cual ya no era bien venida, ni yo ni Natsu. Los caídos estaban a un kilómetro de distancia. Estaban demasiado cerca para mi gustó. Le informé a Natsu sobre que teníamos que bajar a ese lugar, vi su cara de disgusto pero que podíamos hacer? Bajamos a regañadientes. Todos estaban a la defensa. Ángeles que nunca había visto en mi vida estaban ahí. Me comenzaba a entrar el pánico, inconcientemente di unos pasos hacia atrás, Natsu se dio cuenta y me miró. Con su simple mirada logre tranquilizarme un poco, recordé el entrenamiento estaba más tranquila pero no del todo. No confío en los ángeles les tengo pánico. Natsu hablo en voz baja mientras caminábamos hacia ellos, nadie logró oír lo que dijo solo yo.

Natsu- Tranquila amor... solo recuerda el entrenamiento y calma te. Ellos están aquí para defendernos el uno con el otro. Tus verdaderos enemigos están en caminó a ellos si no les debes tener compasión alguna.

Sólo hice caso a sus palabras las cuales me transmitían paz en todos los sentidos posibles. Entramos a la multitud... estaba temblando de pánico pero me prometí a mi misma que no amaría un escándalo. Cuando estuvimos en posición de batalla se sintió una distorsión increíble en el ambiente. No había visto a Levy por ninguna parte. Bueno el punto es que de un momento se escucharon gritos de batalla, movimientos de armaduras entre otras cosas. Estábamos temblando era una fuerza mayor a la de nosotros. Mire a Natsu, el se mantenía firme con su vista hacia delante esperando la batalla, se veía tranquilo pero se que no es así. Se que Natsu se puede defender solo pero... el no estará sólo. Devolví mi mirada hacia adelante y cerré mis ojos, recuerdos... muchos recuerdos de todo lo que he vivido desde mi niñez hasta que conocí a Natsu y fui el ángel más feliz del mundo, pero también tuve rencor, odio, resentimiento...

Abrí mis ojos y solo tenia una meta, saldríamos de esta fuera como fuera, Natsu y yo. A lo lejos se veían caer como estrellas los demonios que querían aniquilar nuestra raza, pronto cuando el humo que provocaron al caer desapareció se pudo divisar todas las figuras diabólicas existentes. Demonios con rostros que con solo imaginaros te darían pesadillas...
Todos los ángeles presentes hicieron aparecer sus espadas. Yo hice aparecer la mía. Nos mirábamos unos a los otros fijamente, hasta que el líder de ellos hizo el grito que supongo era de batalla, en eso Lisanna quien era la líder en la batalla grito levantando la espada. Todos comenzamos a correr hace ellos. Corrí velozmente para luego dar un leve salto haciendo aparecer mis enormes alas levantando mi espada para destruir aquel demonio que tenia en frente.