ONE-SHOT *Harry Potter* II Parte

Martes: Hermione x Severus

No se toca lo que no es nuestro.

¿Que podía hacer? estaba realmente molesto con la situación. Mientras él estaba en su solitaria casa, sentado en su miserable sillón, el estúpido de Black tenía una cita con Granger. Esa niña ¿era tonta o que? ¿No sabia quien era Black? el tipo no era para nada de fiar y ella debía saberlo, entonces ¿por qué salía con él?

¿Será por su atractivo? al fin y al cabo era una joven y tenía ojos y él sabía por los innumerables comentarios de sus hormonadas alumnas, que por donde quiera que fuera, Black producía suspiros. Siempre había sido así, desde que lo había conocido sus dotes de galán lo habían ayudado con toda chica que quisiera tener y aun ya con 40 años seguía siendo el sueño de muchas, pero que todas las demás lo vieran así no le molestaba, el que Granger lo viera así era realmente el problema.

¿Ella estaría enamorada del animago? No podía ser, porque en el fondo de su ser, llevaba con orgullo el conocimiento de que Hermione estaba enamora de él, si, esa niña estaba loca, ¿Cómo pudo fijarse en él? ¿Cómo podía estar enamorada?

Él había descubierto para su sorpresa, lo mucho que causaba en los nervios de la joven, se sonrojaba, hablaba demás, se tomaba las manos, se volvía un poco torpe, era de lo mas divertido al principio, que chiquilla tan tonta pensó, mira que enamorarse de él, si ella tenía una esperanza debía de quitársela.

Y eso es lo que había hecho solo cuatro días atrás.

Flash back

(Severus): -Puede colocar eso en el estante de allá, solo no vaya a causar un desastre como la vez pasada.

(Hermione):- Claro profesor

"Profesor", ella no dejaba de llamarlo así aunque este ya no lo fuera. Despues del termino de la guerra habían tardado un buen tiempo en limpiar su nombre y para aquel entonces ya no deseaba seguir dando clases a un puñado de alcornoques que no sabían ni diferenciar un Bezoar de una piedra de rio. Asi que ahora tenia su propia tienda de pociones, donde tenía como aprendiz a la integrante del trio de oro.

Un ruido de cristales rompiéndose lo sacó de sus pensamientos y se dirigió a la fuente del ruido.

Cuando llego al estante miró a su aprendiz recogiendo los cristales y depositándolos en un recipiente, ¿por que no lo hacia con magia? quizás así pudiera haber evitado herirse.

(Severus):-¡Le dije que tuviera cuidado! no se cuando se volvió tan torpe, quizás su amistad con esos inútiles la ha terminado afectado después de todo, es un desastre y ahora está llenando de sangre todo el lugar! 

Hermione lo miraba con una cara de terror que no había visto hace mucho.

Severus se aclaró la garganta y cerró los ojos buscando paciencia en algún rincón de su ser. Con un movimiento rápido de varita limpio el lugar y se agachó a la altura de la chica, hizo que se sentara en una silla y el se sentó en una enfrente de ella.

(Severus):- Debe tener mas cuidado Granger, el hecho que pueda sanarla no quiere decir que puede andar teniendo accidentes por todos lados, deme su mano. 

Severus no espero a que ella se la diera y la tomó colocándosela en su regaso, sacó un pequeño frasco de dictamo de su capa y se lo aplicó a la mano de la chica que lo miraba con devoción y agradecimiento. La herida empezó a sanarse y él estaba a punto de levantarse pero ella lo tomó de la mano y lo miró fijamente, ella tenía un cierto rubor que había visto en ocasiones.

(Hermione):- Profesor, emm, mire, yo... yo..

(Severus):- Hable de una vez Granger que no tengo tiempo para enseñarle como hablar correctamente.