Cuando menos se espera, se puede ver la posibilidad de ganar lo que tanto ha querido.
-¿Vienes conmigo a buscar compartimiento? –le preguntó, con una débil sonrisa.
Ella parpadeó un par de veces, y sintió los ojos de sus amigas puestos en ella, quemándole la cara con la curiosidad que irradiaban.
-No puedo, Harry –la boca se le secó, y para aparentar la repentina y corta pena que le atravesó el corazón, le devolvió la sonrisa, con más entusiasmo-, quedé con Dean –se encogió de hombros, y miró instintivamente hacia el compartimiento donde estaba su novio. No estaba lejos del lugar donde se encontraban-. Nos vemos luego –dijo también a sus amigas.
Dio un paso hacia el lado, y sintió su estómago revolverse. No quería rechazar su invitación, pero debía hacerlo porque le había prometido a Dean en la última carta que le envió antes de iniciar las clases, que se irían juntos todo el trayecto hacia el castillo.
Cada paso que daba, le dolía. No supo cómo no resistió a las ganas de detenerse, girar e ir hacia el chico de cabello alborotado oscuro y ojos verdes que le hacía sentir extrañas cosquillas hasta en las puntas de los pies. Pero no lo hizo.
Ella empezó a jugar con su cabello, y aceleró por fin sus pasos. La fantasía de decirle a Harry que sí iría con él, seguía intactas; pero como la molestia en su estómago, no era tan doloroso como en un principio. Había aprendido a lidiar con muchas situaciones así a lo largo de la vida, por lo que prácticamente era insensible al dolor.
-¡Ginny! –unos brazos grandes y fuertes, la rodearon por la cintura-. Te busqué en el andén, pero no te encontré… ¡Temí que no me encontrarías! –le dijo, con cariño antes de separarse un poco.
-¿Creías que no sabría dónde estabas? –preguntó, tratando de sonar feliz. Arqueó una ceja-. Lo sé todo, Dean. Incluso en cuál compartimiento hallarte –rió, poniéndose de puntillas para besarlo.
Ya había superado el umbral del dolor constante que le causaba la indiferencia de Harry, y ahora se contentaba con alguien que supiera que existía y la quisiera tal como era.
Los brazos de Dean eran grandes, y se sentía muy protegida en ellos. Le gustaba que él la abrazara y dejara que ella reposara su cabeza en su pecho. Podía pasarse horas escuchando el latido del corazón de su novio, mientras él empezaba a jugar con su pelo o a burlarse de sus pecas, aunque ella bien sabía que a él le encantaban porque muchas veces le daba besos en la mejilla y en la nariz, con la excusa que las manchitas en su cara se lo merecían.
Claro que había momentos difíciles; y en donde creía que podía estallar en lágrimas allí mismo. Como cuando Harry la acompañaba a los vestidores, para ducharse luego del entrenamiento. Se sentía culpable; Dean caminaba adelante, hablando animadamente con su hermano sobre alguna historieta estúpida. Y cuando creía que no podría resistir, que sentiría su pecho quebrarse en mil pedazos, lograba detenerse frente a la entrada de los vestidores de mujeres y dirigirle una mirada de despedida a Harry, mientras le hacía una seña con la mano a su novio.
-¿Quieres? –le preguntó Dean una tarde, mostrándole la rana de chocolate sin su envoltorio. Ella asintió-. Entonces, tendremos que compartirla.
-¡Oh, qué precio tan injusto por la golosina! –dijo, entre risas. Él la mordió, pero no del todo y dejó la mitad de la rana fuera de su boca-. Ven aquí –estiró el brazo, y atrayéndolo con su mano detrás del cuello, mordió la mitad y recibió una larga sesión de besos con saber a chocolate.
Y había otras ocasiones, en donde estar con Dean era lo más fácil del mundo. Se reían, conversaban y hasta filosofaban de la vida. Tenían algunas discusiones, pero tan mínimas y efímeras, que nunca terminaron un día enojados. Siempre antes de dormir, el que se retiraba primero a su habitación, iba por el otro y se daban el beso de las buenas noches.
Sin embargo, siempre las más difíciles regresaban. Pero a veces, con una revelación que complicaba aún más la decisión de Ginny de rendirse.
-¡Eh, eh!
Ginny empujó a Dean, y miró aturdida hacia el lugar donde provenía la voz. No le fue difícil enfocar la mirada, y encontrarse con su hermano Ron y Harry.
-¿Qué pasa? –preguntó, enojada.
-¡No quiero volver a mi hermana besándose con un hombre en público! –replicó su hermano, escandalizado.
Todo se estaba complicando. Porque Harry la miraba de manera extraña, casi como si estuviera celoso que ella estuviera con Dean. Porque Dean le pedía que por favor se fueran, pero ella seguía allí alargando aquella inútil discusión con su hermano por seguir presente para analizar qué significaba la repentina sombra que se cernía en la mirada de Harry.
Y ciertamente la hacía pensar que pronto tendría que decidir si quedarse en aquella situación o atreverse a un cambio, porque Dean sólo era su premio de consuelo y Harry era el gran premio que aparentemente nunca estuvo a su alcance.
Lo peor, era que la respuesta era obvia. Después de aquella noche, empezó a confundir los ojos oscuros de Dean por unas pupilas verdes que brillaban constantemente.
FIN
Hola gracias por leer, les pido disculpas por no montar ayer pero tuve un problema familiar.Gracias por todo su apoyo :)
By: Kenny ;)

ESTÁS LEYENDO
ONE-SHOT *Harry Potter* II Parte
Random⚠¡ATENCION!⚠ 🚫SI NO HAS LEIDO LA SAGA ¡NO ENTRES! PORQUE ENCONTRARAS SPOILER🚫 Holaa! Este es nuestra 2da HISTORIA que contiene ONE-SHOT de los personajes de Harry Potter ⚡ A la 1ra parte la podrás encontrar en nuestro perfil! ❤ -> Harry x Ginny ...