Capítulo 15 Tu Seras Mía

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Me canse de chillar que me abran la estúpida puerta, quería irme a mi casa, besar mi novio y que todos supieran que estaba bien

La señora vino a recoger los platos de la Sena hace unos minutos y según me dijo su nombre era Mónica

Estaba aburrida de estar en este cuarto aunque no negare que me encanta pero me gusta mi libertad

Estaba al punto de caer dormida cuando unos golpes en la puerta me sobresaltaron

-Quien?- pregunte molesta

<<Como si les fueras a abrir, pero ni siquiera puedes salir de este cuatro>>

Tu apoyo, palabras alentadoras y admirable esperanza me resultan abrumadora

<< No Llevas bien un día y ya hablas conmigo>>

Se supone que eres mi conciencia o algo hací, deberías aconsejar no fastidiar

<<Disculpa>>

-¡Mi niña!- grito frente a mi Mónica moviendo las manos frente a mi rostro

-Si? Cuando entro?- pregunte extrañada

-Sabia que él encierro te volvería loca pero veo que fue antes de lo que espere- dijo burlándose de mi

¿Era costumbre en esta casa?

-Muy graciosa Moni

-Venía a traerte algunas prendas que él señor mando a comprar para usted

-Oh, gracias?

Antes de terminar la frase ya estaban dos mastodontes entrando bolsas a mi cuarto que Nana iba acomodando para luego desempacar

Sip, ya tenemos esa confianza

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-Duerma mi niña, necesita descansar ya fueron suficientes emociones por hoy- dijo Mónica al terminar de arreglar la ropa

-Gracia Moni- dije terminando de colgar una camisa a cuadros roja con negro

Antes de Mónica salir del cuarto la llame

-Que necesitas niña

- Te quedarías conmigo hasta que me duerma?- pregunte acurrucandome en la cama con voz inocente

-No se si sea buena idea

-Por fa- hice un puchero

-Bueno sólo unos minutos

-Siiiii

Nana se sentó en él espaldar de la cama, recoste mi cabeza en sus piernas mientras ella acariciaba mi cabello, se sentía tan maternal

Cosa que nunca tuve en mi vida de parte de la mujer que me dio la vida, solo tuve dolor y sufrimiento pero no quería recordar y romper en llanto,no por ella,no por ellos

-Moni

-Dime mi niña

-Hace cuanto sabes de los negocios se Sebastian

Note como se tenso pero siguió con los movimientos

-Hace tiempo ya mi niña pero es algo que preferiría no contarte yo, debería hacerlo él señorito Sebastian

-Pero, es que es muy gruñón nana- dije con la voz adormilada

-Si lo se mi niña pero se que en él fondo mi niño aun tiene corazón

Diario De Una ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora