Capítulo 14: Yo

55 2 2
                                    

"La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti mismo. " -Zig Ziglar (1926-2012, escritor).



Con el pasar del tiempo y lo que llevo escribiendo esta historia, he podido darme cuenta de que en varias ocasiones (no diré cuales, já) no pude con el hecho de poder entregarme a alguien sin yo saber si quiera quien, sin poder llegar a amarme y valorarme como es debido.

Estoy completamente consciente de que eso del amor propio que pasa a segundo plano es un síndrome de la adolescencia. En este último capítulo les hablaré de uno de los amores que me han acompañado siempre y me han visto crecer, reír, sufrir, madurar y amar. Yo.


Verán, el camino a la aceptación es bastante pedregoso, en mi caso personal, tuve que atravesar desde problemas con mi físico hasta la manera en la que pensaba y me comportaba.


Les contaré muy generalmente esta historia, ya que he de preferir mantenerme a mí lo más alejado de esto posible; pero tuve en cuenta de que tal vez, por alguna razón, alguien pueda leer esto y saber que la noche existe para recordarnos que pronto va a amanecer de nuevo.

Tenía yo unos 12 años cuando empecé a tener problemas conmigo, por cosas tan superficiales como mi dentadura, mi peso e incluso mi color de piel. A medida que iba creciendo y las hormonas de la pubertad hacían su "magia", entendí que tenía problemas para relacionarme con mis compañeros, empecé a aislarme cada vez más y en ese mismo orden de ideas, se iba desarrollando en mí un desorden alimenticio, que posteriormente fue tratado y hoy en día no existe.

Con la muerte de Juan las cosas se colocaron peores, entre mis sentimientos de culpa por lo que ocurrió y lo que llevaba lidiando un par de años, la soledad se hizo cada vez más intensa.


Cuando cumplí 15 años las cosas dieron un giro 180°, me dije a mi mismo que iba a ser un nuevo comienzo, y es ahí en donde muchos cometemos los errores. Muchas veces atrás me dije a mí mismo que iba a ser diferente esta vez pero el miedo me invadía de una manera exorbitante. Pero esa vez fue distinto, porque me prometí a mí mismo no intentar más, intentar significa que desde el inicio sabes que fracasarás; me prometí hacerlo, por mí y por nadie más, agradezco inmensamente las diversas situaciones que me hicieron madurar antes de tiempo para poder visualizar las cosas de otra manera, después de todo lo que pensé y analicé me di cuenta de que nadie iba a darme el empujón que necesitaba para hacer de mi vida diferente, nadie iba a llegar con una vara mágica a cumplir mis deseos, ninguna estrella fugaz iba a cambiar las cosas; comprendí que yo y sólo yo tengo el poder y la capacidad de decidir sobre mí, y que si alguien iba a hacer algún cambio, ese alguien tenía que ser yo.


Y así fue, me gustaría dar más detalles sobre todo el proceso, pero no tengo la capacidad narrativa ni las ansias suficientes para compartir tanto de mi vida como para hacerlo.

Sólo les puedo decir que mi vida ha cambiado mucho desde que decidí amarme a mi mismo.


Cosas que aprendí en el proceso:

1. Aceptación, aprendí que muchos de los problemas que solía tener al relacionarme con los demás era que buscaba en ellos la aceptación que suponía ellos me daría y me haría sentir mejor. PUTAS MENTIRAS. Desperdicié parte de mi vida fingiendo, pretendiendo que me gustaba cierta música o ciertas cosas para que las personas pensaran que era cool y estaba con ellos. Con el tiempo me dije a mi mismo, "¡A LA MIERDA!", era una máscara que no estaba dispuesto a llevar más, no me importaba si mis supuestos amigos querían seguir estando conmigo si no compartía sus mismos gustos, dejé de buscar aceptación en lugares en donde ellos mismos posiblemente la están buscando como yo.

Acepté quien soy, desde mis habilidades y valores, hasta mis defectos y experiencias. Acepté que soy bueno en algo y no tan bueno en otra cosa, y eso está bien. Que me veo de esta forma y no de otra, también, tienes que aprender que nadie está totalmente perdido y tienes que enfocarte en las cosas buenas de ti en orden de poder mejorar con lo que aún te sientes inconforme. Si quieres cambiar, aprende a aceptarte primero.


2. Estás en constante cambio, todos los días descubro una nueva banda, lugar, película, bueno, ustedes entienden. Y eso me ha ayudado a formarme como persona y a quererme más, ya que cuando estás en constante aprendizaje sientes que creces, y sí, y dejas de sentirte estancado y aludido por cuestiones sin sentido.


3. Valentía, el cambio es muy duro, lo sé y tengo todo el derecho de decirlo porque lo viví, pero miro atrás a mi yo de hace un par de años y le agradezco por ser tan audaz, sin él no sería la persona que soy hoy.


4. Percepción, empecé a ver las cosas desde mi punto de vista, no quería saber lo que mis amigos o mi familia opinaban, esto se trata de mí y es para mí. Aprendí que las cosas se te dan de la manera en que las mires y que la vida sonriendo y en calma tiene un tono diferente de azul.

Eso es lo básico, lo demás depende de ti. De hecho todo depende de ti. Nada es tan malo como parece y... no soy bueno haciendo analogías pero piensa en lo siguiente:

Eres la obra de arte central en un museo, tu eres tu propio lienzo y tu propio artista. Tú eliges como pintarte y construirte, de eso se trata la vida, de reinventarse una y otra vez. No te acomplejes si te sientes solo/a, las obras de grandes personajes como Da Vinci, Van Gogh o Monet estuvieron un tiempo en sus sótanos en donde sólo ellos podía apreciar la belleza que habían creado; con el tiempo esas solas obras han sabido encontrar alguien más que las contemplara. Pero esa es la cuestión, tu mismo/a debes aprender a apreciarte de la manera en que quisieras que alguien más lo haga para poder darte la oportunidad de que alguien más se aventure a hacerlo.

Y.. si quieres cambiar, no tires todo de ti a la basura, mira tu lienzo y mejora lo que ya tienes.


Nota:

Como final, es el consejo que sí me gustaría que todos tuviesen en cuenta, no le tengas miedo al amor, no recuerdo cuantas oportunidades he perdido por miedo a enlazarme tanto con alguien a tal punto de sentir que yo ya no existo. Ama con toda la intensidad del mundo, da siempre el cien por ciento, lánzate y piérdete, que cuando todo haya acabado tienes la oportunidad de volver a encontrarte.

Aún estoy trabajando en ese aspecto, supongo que más adelante sabrán como me fue.

Grandes Amores de Un Chico PromedioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora