¡Una idea fantástica!

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-¡¿Takiya?! -Preguntó la peli morada, muy sorprendida por ver que su compañero se hallaba en aquella oficina.

-Así es -contestó Kobayashi con calma -El es uno de nuestros mejores elementos, por lo que no podía faltar en un proyecto como este.

-Y-ya veo... ¿Eso quiere decir que todos los días estaremos juntos? -Preguntó nerviosamente Elma, tratando de evitar el contacto visual con Takiya.

-No del todo -contestó Kobayashi -Yo me ocuparé de supervisar todo el proyecto, por lo que no podré estar junto a ustedes gran parte del día. Pero, me parece que tú estarás en el equipo de la base de datos, junto a Takiya.

-¡¿Qué?! ¿E-es enserio, maestra Kobayashi?

-¿Eh? ¿Hay algún problema por ello, Elma?

Kobayashi miró fijamente a la dragona tras la pregunta. Su comportamiento no era nada normal. La notaba temerosa y tímida, y eso le causaba una inexplicable curiosidad.

-No, no es nada, Kobayashi. E-es solo que no estoy acostumbrada a... a relacionarme mucho con otros humanos del trabajo. -Contestó Elma, tratando de sonar lo más honesta posible pese a sus ligeros titubeos.

Kobayashi siguió analizando con la mirada a su compañera. Sentía que algo no cuadraba, pero no tenía algo en qué basarse. Tras unos segundos, ella soltó un ligero suspiro y dijo lo siguiente.

-Bueno, en ese caso no habrá que preocuparse tanto por ello, Elma. Solo habrá cuatro personas trabajando en la misma área que tú. Además ya conoces a Takiya. Si llegas a tener alguna duda, él podrá resolverla.

Elma giró la vista hacia el recién nombrado, notando cómo se concentraba de nuevo en su computador.

-D-de acuerdo, maestra Kobayashi. Tú me has escogido para este trabajo y, cómo parte de la facción del bien, cumpliré con tu mandato -exclamó Elma con seriedad.

-Eso sonó muy forzado -contestó la pelirroja, con su clásico tono serio, pero indiferente. -Cómo sea. Debo volver a la oficina anterior. El señor Magotsuchi y yo debemos traer a los últimos trabajadores de este proyecto.

-Pero, no me has explicado eso de las bases de datos, Kobayashi.

-Descuida. Recuerda que estarás junto a Takiya. Él te explicará qué deben hacer.

Y así, Kobayashi salió de aquella habitación, dejando a nuestra dragona nerviosa y confundida ante el nuevo proyecto. No es que no supiera hacer lo que Kobayashi le pidió, sino que la presencia de Takiya le provocaba mil pensamientos raros.

Aún de pie junto a la puerta, Elma miró el lugar vacío junto a Takiya, caminando resignada a aquella dirección.

"Definitivamente, este es el día más raro que he pasado en este mundo humano" Pensó para sí misma, tomando asiento y reuniendo valor para hablar con su compañero.

Por otro lado...

El timbre sonaba en casa de Kobayashi. Tohru, quién estaba en la cocina, salió de inmediato para recibir su visita.

-Buenos días, Tohru. -Saludó su voluminosa amiga en cuanto abrió la puerta.

-¡Lucoa! Pasa, te estaba esperando.

Ambas chicas pasaron a la sala, relajándose un poco con una taza de té preparado por la anfitriona.

-Bien, Tohru. Cuéntame, ¿cuál era esa duda que tenías? -Preguntó Lucoa con toda tranquilidad.

-¿Eh? Oh, sí. Verás, Lucoa. Últimamente he pensado varias maneras de conquistar a Kobayashi. Cosas como cocinarle mi cola de formas deliciosas, mostrarle mi afecto en cada oportunidad que tengo con ella e, incluso, he lavado en secreto su ropa más íntima con mi saliva. Pero nada de ello parece funcionar.

-Vaya, creí que Kobayashi adoraría la ropa limpia de esa manera. ¿Segura que lamiste cada una de sus prendas, hasta sus calcetas, Tohru?

-¡Sobre todo las calcetas! -Respondió ella, levantándose ligeramente de su asiento al hablar -Toda su ropa la he limpiado con todo mi amor, pero Kobayashi parece no darse de cuenta de mis intentos por conquistarla.

-Vamos, Tohru. No bajes el ánimo. Estoy segura que Kobayashi te quiere mucho -alentó Lucoa, dejando su té en la pequeña mesa de la sala para acercarse a su amiga -Recuerda que los humanos tienen maneras distintas de demostrar su afecto a otros seres.

-¿Otras maneras?

-Así es -afirmó Lucoa -Por lo que he aprendido los últimos meses, los humanos demuestran su cariño según su personalidad. Algunos lo hacen de manera apasionada, otros de forma discreta y callada y otros más se ponen nerviosos cuando algo así se les pone muy cerca...

Al tiempo que Lucoa decía ello, lejos de allí, una linda chica de cabellos morados interrumpió unos segundos su trabajo por un repentino estornudo.

-Ya entiendo -retomó Tohru -Justo hoy en la TV vi como un chico confesaba su amor a su amada en una escena muy dramática. Pero no creo que Kobayashi quiera una confesión así...

-Kobayashi es más del tipo "reservado" en su forma de ser. Puede que ella necesite un poco más de tiempo para aceptar sus sentimientos por ti.

-Sí, ella es justo así. Parece que tendré que esperar hasta que ese momento pase -afirmó Tohru, recostándose boca abajo en la alfombra, como resignándose a que debería esperar demasiado tiempo.

-Sí, podrías esperar todo eso... o, podemos usar un pequeño detonante -Sugirió Lucoa con una sonrisa en su rostro.

Tohru se levantó al instante al escuchar ello, preguntando a su amiga si algo así era posible en este mundo.

-Es más sencillo de lo que crees. Los humanos lo llaman "Día de san Valentín"...

-¿"Día de San Valentín"? -Preguntó Tohru confundida. Ella investigaba algunas festividades humanas para pasarlas con Kobayashi, pero nunca escuchó de algo así.

-Así es. Se trata de un día del año en el que puedes dar un presente a las personas que más quieres, pero en las parejas se convierte en un momento perfecto para confesar su mutuo amor con un obsequio, una cena romántica o algo especial para ambos.

-¡Lucoa, eres brillante! -Exclamó Tohru muy energética, tomando a su amiga por los hombros - ¡Esa es la oportunidad ideal para confesar mi amor por Kobayashi y ser correspondida!

-Por supuesto, Tohru. Pero tendremos que planear bien qué harás aquel día, ya que faltan algunas semanas para esa fecha.

-¿Enserio? ¿En qué fecha es ese "San Valentín"?

-Se festeja cada catorce de Febrero. Y nos queda casi un mes para que ese día llegue.

-Ya veo. Entonces haré todo lo posible para prepararme antes de esa fecha. ¡Muchas gracias, Lucoa!

-Es todo un placer Tohru, no debes agradecerlo.

Y así, ambas dragonas sonrieron con una mirada cómplice. El día era muy joven y debían comenzar a planear el San Valentín perfecto para Kobayashi. ¿Sería que, finalmente, Kobayashi acepte sus sentimientos por Tohru de esa manera? Era algo que la dragona del Caos estaría dispuesta a averiguar...

Mi bella Elma (Kobayashi San Chi No Maid Dragon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora