Prólogo

36 1 2
                                    

  Tres horas más tarde se encontraban en las regaderas escolares, ambos desnudos en un mismo cubículo y completamente pegados uno contra otro.

  Phil llevó una mano a la cadera de Dan, apretando un poco la piel y trazando patrones en sus costados.

—Sigo sin entender cómo lo haces— susurró contra el hombro de su novio, mordiendo ligeramente —. ¿Tus escamas siguen por ahí o...?

  El castaño rió.

—Mierda, Phil, ni yo lo sé. Cállate y agradece que no debes tener sexo con un pescado.

  Al pelinegro le dieron escalofríos.

—Ew, creo que mejor no pensaré mucho en eso.

  Dan escondió la nariz contra el pelo negro de su novio.

—Creo que es mejor que ninguno piense en eso.

Ahógame.  » Dan Howell / Phil Lester «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora