Día 8 *Cita*

4.1K 203 97
                                        

Despierto y todos están en el jardín, me levanto y subo a la habitación de Fede para buscar mi ropa, pues allí es donde tengo mi equipaje.

Entro a la habitación y Fede sigue dormido, entro lentamente para no despertarlo y abro mi equipaje.
Comienzo a sacar mi ropa, sin voltear a la cama de Fede, no quiero mirar lo perfecto que luce durmiendo.

-¿Qué estás haciendo?

La voz de Fede me sobresalta y le hace dar un vuelco a mi corazón.
Volteo a su cama, y está acostado viéndome, con las manos detrás de su cabeza, su cabello castaño perfectamente despeinado, luce perfecto acabando de despertar.

-Yo... eee... estoy buscando mi ropa.

No dice nada más, pero continúa observándome, me pone bastante nerviosa, comienzo a mover torpemente las manos intentando sacar una blusa, su mirada me intimida, y por más que yo lo evite, sé que sigue allí, en la misma posición observándome.

-Quiero pedirte perdón.

Volteo a verlo, la mirada le cambió, tiene una mirada blanda y me ve con ternura y tristeza.

-¿Por qué?
-No finjas que no sabes, sé que nos escuchaste ayer
-Ah eso, déjalo, no tiene importancia.

Me levanto y camino hacia el baño, pero Fede se levanta rápido y me coge de la mano, impidiendo me llegar hasta este.

-Escúchame, yo...
-No importa Fede, ambos sabemos que fueron besos sin importancia
-No, no fueron solo besos...
-Déjalo por favor, no me interesa hablar del tema.

Me safo de su agarre y entro al baño.
Cuando termino de ducharme, intento abrir la puerta y no se abre, la muevo para delante y para atrás con fuerza y no se abre.

-¿Hola?

Grito esperando a que alguien me escuche y me ayude a salir.

-No vas a salir hasta que me escuches.

Mierda. Federico me encerró en el baño.

-No seas inmaduro, déjame salir ahora
-No, mira, yo dije cosas que no quería decir...
-No importa Fede por favor sacame de aquí
-No diría frente a Facu que siento cosas por vos...
-Déjalo as... ¿qué dijiste?
-Eso, que me gustas, me gusta besarte, y quiero proponerte algo
-¿A mi?
-Sí a vos
-Dime
-¿Aceptas venir conmigo a una cita?

Dios, se me va el habla, está loco, una cita... una cita ¿conmigo?
No puedo evitar sonreír ante la idea, pero no tengo que olvidar mi dignidad.

-Estás loco, déjame salir
-¿Aceptas?
-No, cuando salga de aquí te juro que...
-No vas a salir entonces
-Federico...
-Chau
-No, Fede...
-Nos vemos en la noche
-Fede vuelve por favor -escucho un portazo -¡NO! Está bien acepto
-¿Aceptas?
-Sí, acepto
-¿Qué aceptas?
-La cita contigo, déjame salir ahora.

Abre la puerta y salgo rápido del baño, mi idea era salir y golpearle, gritarle y correr.
Pero ¡joder! Se ve tan sexy, con ese pantalón de pijama y sin playera, y tenerlo así de cerca con una sonrisa hermosa, con ese hoyuelo, con sus dientes perfectos, con esos ojos que enamoran, simplemente no puedo molestarme con él.

-Me voy a duchar.

Entra sonriendo al baño, y yo sigo sin palabras, estoy estupefacta, y después me viene a la mente las sogas, ¿qué van a pensar? Me van a odiar, no quiero que me odien porque tengo una cita con Fede... pero es Fede, no puedo negarme a una cita con él, bien... me voy a arriesgar.

Y aquí estamos, camino a Chapultepec, solo Fede y yo.

-¿Estás nerviosa?

Dice Fede mirándome.

Dosogas TeamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora