Dosogas Team

Día 9 *Última Fiesta*

Abro los ojos y estoy sola en la habitación de Fede, me desperezo, me levanto, y bajo.

Todos están allí, se quedan callados cuando bajo yo.

-Buenos días.

Digo para romper el silencio.

-Buenos días.

Responden ellos.
Comienzan a hablar mientras desayunamos, pero hoy nadie me ha prestado la suficiente atención, Fede ni siquiera me despertó en la mañana.

Fede sube a su habitación y subo detrás de él.

-¿Qué pasa?
-¿De qué?
Responde Fede buscando su ropa.
-No sé, están raros
-Ah no, estamos bien. ¿Te vas a duchar?
-Sí, ¿y tú?
-También, duchate primero.

Me da un fugaz beso en los labios y sale de la habitación dejándome totalmente confundida.
Busco mi ropa y entro al baño pensando en ¿qué rayos les pasa a los chicos hoy?

Salgo del baño y Fede está sentado en su cama con el celular.
No digo nada y él tampoco, ni siquiera despega la vista del celular.

Me seco el cabello, y él sigue allí en silencio.
Decido hacer algo para romper la tensión que, seguramente, solo la estoy sintiendo yo.

Me acerco a él y le quito el celular, él no dice nada, solo se queda mirándome, me subo encima suyo, con ambos pies a sus costados y le doy un beso en los labios.
Él pone las manos en mi cintura y corresponde al beso.
Un beso tan corto, pues en seguida se levanto y me bajó de su cuerpo.

-Me voy a duchar.

Y entra al baño.
Bajo las escaleras confundida, y Sebas está en el sofá editando un video.

-Hola Sebita
-Hola
-¿Qué haces?
-Editando
-Ah.

No sé que les pasa a las personas de esta casa hoy, pero parece que nadie quiere hablar conmigo, así que dejo de insistir y saco mi celular para ver mis fotos.

Llega Mathi y se sienta a un lado de mi, saca su celular y no dice nada.

-¿A dónde iremos hoy?

Decido preguntarle a Mathi.

-No, nosotros no vamos a salir hoy
-¿Por qué no?
-No queremos salir
-Pero ya es de mis últimos días, quiero ir al sitio del supuesto portal
-No, ya fuimos muchas veces
-Vamos a comer entonces
-No, no queremos salir hoy.

No digo nada más, algo les pasa a estos chicos,  parece que de la noche a la mañana nadie quiere hablar conmigo.
Ni siquiera Federico.

-Yo si voy.

Dice Sebas que al fin deja la laptop.

-¿Y a dónde vamos?
-Al portal, a comer, a Reforma 222, a donde quieras
-Pues vamos al portal y después vamos a comer a Reforma 222
-Está bien.

Subo a la habitación a avisarle a Fede, que no es necesario que lo haga, y no le importa tampoco pero igual lo hago.

-Fede
-¿Mm?
Dice mientras se peina.
-Voy a salir con Sebas, ¿quieres ir?
-No, vayan ustedes
-Bueno.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras encontrándome con Sebas.

-¿Lista?
-Sí.

Salimos de la casa, caminando al portal.

-Creo que ya los chicos se cansaron de mi
-¿Por qué dices?
-Están todos raros, ni siquiera Fede me habla bien
-No es eso, ellos son a veces bipolares
-No creo que todos lo sean, igual ya solo tendrán que aguantarme hoy y mañana
-No les pasa nada Alina, ya mañana van a estar bien. Mira, el portal es por aquí.