CAPÍTULO 2. Candidatos al trono

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El sol se cernió sobre el castillo de Prayler, creando un hermoso cielo anaranjado propio del ocaso. La luna, estaba a punto de emerger.
Tras un largo día, todas las familias invitadas habían llegado hasta el reino para la gran reunión. Todos los nobles junto con sus candidatos se sentaron en sus respectivos asientos alrededor de una larga y ancha mesa de madera. Krampus y su esposa, soberanos de Prayler, presidían la mesa.

-Mis queridos amigos. Bienvenidos a esta reunión. Todos sabemos el por qué estamos aquí. Hoy, un varón de cada linaje se presentará como candidato para convertirse en esposo de mi hija Lana Moonlight y futuro soberano de este reino, sustituyéndome. Bien, que comiencen las presentaciones.

Richard Hamilton fue el primero en comenzar. Se levantó de su silla y señalando con su mano en dirección a su hijo, dijo:

-Os presento, al candidato del apellido Hamilton. Mi hijo, Elisis Hamilton. Varón fornido, robusto y apuesto. Con grandes dotes de manejo económico y perfecto líder para las futuras tropas del ejército de Prayler. Será una inspiración para los soldados.

-No me cabe la menor duda Richard. Pero, creo que la belleza no lo es todo para seleccionar al futuro rey de este Continente. Mi hija Lana será quien decida. Siguiente.

Amelia Flamigeon se incorporó de su asiento hacia delante:

-Este, es mi nieto Keiton Flamigeon. Príncipe de Ralistier.

-¿Esto es todo lo que podéis ofrecer, anciana?-añadió Richard.

-Amigo, no te entrometas por favor. Deja que continúen las presentaciones. Adelante Amelia.

-Dígame una cosa, Lord Hamilton. ¿Qué se siente cuando te despojan de tus poderes al ser robadas por otra familia?.

-¡Mi señora, eso es una acusación muy grave!- intervino el rey Krampus.- Hagan el favor de proseguir o me veré en la obligación de expulsarles.

Uno a uno, fueron designando a sus hijos. Sin embargo, casi había concluido la reunión cuando las puertas de la sala se abrieron ferozmente dejando entre ver a un hombre que accedía velozmente al interior. Era alto, fornido, de melena castaña pero sobre todo, lo que más destacaba en él era una cicatriz que atravesaba su ojo; otorgándole un aspecto de mayor agresividad.

-Buenas noches, caballeros-dijo el hombre con una grave voz robusta.

-¡Lorrein!-exclamó el rey atónito de su presencia.- No podéis estar aquí, mi señor.

-Y por qué no.

-Vos no habéis sido convocado a esta reunión.

Lorrein comenzó a caminar lentamente dejando pasar su mano por las distintas sillas de los invitados acariciando el respaldo mientras intimidaba con la mirada.

-¿Acaso los Collinsburg no somos bien recibidos, mi rey?.

-Sí que lo sois mi señor, pero...

-Entonces, presento a mi hijo Hendrick como candidato al trono de Prayler. Creo que es lo más justo.

-¡Cómo osas interrumpir a tu rey!-intervino Lord Hamilton.

-Señores, que tengan una buena velada- dijo
Lorrein en voz baja despidiéndose así de todos los invitados de la sala y cerrando la puerta.

Guerra de linajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora