un día de casi mala suerte

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Era viernes todo estaba bien Robert pensó que todo estaría bien se levanta de su cama pero y se dirige al baño pero su hermanastro lo agarra y le dice

-se puede saber a dónde vas Robert-le dice con un tono antipático 
-yo ¡Amman! voy al baño y tuque quieres- le responde Robert
-mira ayer no vi mi patineta y no la use él día dé ayer, y me pregunte Robert puede saber algo 
-claro que se donde esta me la robo el gordo de.............

Su hermano lo interrumpe antes de que pudiera terminar la oración
- pues no me importa quien fue yo quiero mi patineta o ya verás 
-tu no me das miedo y lo sabes 
- tilbes yo no te de miedo pero mama te puede hacer infeliz y papa te puede hacer peor que al cabo tu eres el adoptado en esta familia.
Esas palabras hirieron a Robert inevitablemente su hermanastro tenía razón él era un chico adoptado que solo fue así porque sus padrastros ya no podían tener hijos así que Robert es el más pequeño de 16 años de edad y su hermano de 19 años .así que Robert mira a su hermanastro y le dice muy seguro
-te conseguiré tu patineta y me dejaras en paz.-claro chico adobtado lo que digas.
Robert se mete a bañar se cambia y se va a la secundaria muy temprano que ni su madrastra se había lebantado. El se va caminando. Por la calle todavía estaba un poco oscuro y pensó -que suerte la mía si encontrara a Adriana por qui.
Después se voltea para ver hacia atrás y no lo creo Adriana iba justo atas de él pero ahs no podía ser su novio venia con ella eso fue algo incomodo, por dentro sentía que ese tipo tenía que ser golpeado pero desidia portarse indiferente y siguió caminando pero apretando sus dientes para que no dijera nada. Después de unas calles el toma otro camino para llegar mas rápido a la secundaria y no tener que ver cuando ellos se besan. Llega al salón y se sentaban. Por dentro sentía unas ganas de gritar con fuerzas pero se mordió los labios y se aguanto. Empiezan a llegar y llegar al salón los compañeros hasta que todos ya estaban adentro pero faltaba alguien Adriana. Ella estaba afuera con su novio de seguro besándose. Ya faltaban 5 minutos para el timbre de entrada cuando entra al salón Robert se levanta y se va a la cooperativa. Al regresar encuentra a Adriana ablando con Cornelio.

 Robert pensaba - que rollo este día empecé con la pata izquierda pero Cornelio me alegrara el día si me dice algo acerca de Adriana.
Suena el timbre toca taller si una clase en la que nunca se hacen nada más que relajarse o terminar tareas atrasadas. Todos salieron para ir a ese salón Adriana salió muy rápido ni dio tiempo de que Robert se fuera con ella pero Cornelio se le acerca y le dice
-Roberto se claro quieres a Adriana 
Robert no se esperaba que Cornelio le dijera así tan dé repente así que le responde 
-¡¡qu´´que!!¿Que acaso te ha dicho algo de mí?
-si- le responde Cornelio- ella me ha dicho que si te quiere y que te seguía queriendo desde primero pero que como tus ojos son raros las chicas de tercero siempre se te encimaban y que eso no le daba oportunidad de que hablaran a solas por eso ella no te decía nada 
-que tonto soy por eso nunca me hablaba y por eso siempre me ignoraba. Porque yo también la ignoraba. Pero que todavía me quiere eso no me lo esperaba que bueno me siento muy feliz por dentro ya no me siento enojado. Pero.......
-pero que Roberto- lo interrumpe antes de que pudiese terminar de hablar
-ella tiene novio y no se la quiero pero no sé si la pueda hacer feliz como ella siempre presume a su novio. 
El novio de Adriana era de la misma estatura que ella pero la tenia 17años y Adriana solo 15años.
-si pero ella te quiere a ti no a su novio, ella dice que le estas empezando a gustar de nuevo porque ya te portas de una manera madura 
Robert no se había dado cuente pero era verdad su forma de actuar y pensar era un poco más madura

-si pero no se.........dijiste maduro. He me portare de un manera inmadura porque no le guste que al fin y al cabo su felicidad me interesa mucho y  no creo que sea feliz con migo solo sería un querer y no un amar. Haaa… no me comprendo

-que acaso insinúas dejarle el camino libre a su novio. Mmmmm yo pensaba otra cosa de ti pero bueno haya tu.
Sin darse cuenta ya estaban en el salón de taller Robert todavía veía a Adriana a escondidas sin que ella lo notara, pero él se estaba enamorando mas de ella de su cabellera negra de sus ojos cafés y su piel suave y tersa. Las clases pasaban y Robert estaba grabando las locuras del salón para artes y era hacer un show a sí que empezaron crearlo y Adriana era la niña que era la protagonista que según dirigía el programa. A la sexta  hora artes…

Quiereme 5 minutosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora