El choque de nuestras miradas

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Vaya, por dónde empezar?. Todos saben y conocen las historias al cruzarse una sirena con un humano, siempre es lo mismo, si el corazón mortal cambia, uno de los dos termina muriendo. Es simple, evitamos que nos vean, evitamos cruzar nuestros ojos con los humanos, así preservamos nuestra raza y el conocimiento que llega a los mundanos sobre nosotros. Yo creía en eso, estaba fervientemente apegado a las reglas, incluso jamás me llegue a acercar  a la superficie, pero ese día, ese día, todo cambio…

Una barca pequeña atrapo a mi pequeña mascota, Vikchan. No lo pude evitar, la seguí evitando subir a la superficie o acercarme mucho a ella, pero fue un error, la pequeña barca me llevo a un gran barco, bajo la superficie no lo podía ver bien, mi pequeño Vikchan estaba siendo arrastrado tan lejos de mi y no podía evitarlo, me sentía impotente, no había nada que pudiera hacer. El barco duro varios días anclado, lo que me permitía ir y venir con la esperanza de que el pequeño Vikchan siguiera en este mundo a pesar de que estuviera con aquellas bestias mundanas, tener a Vikchan lejos de mi me ponía muy triste, y cada día que el barco estaba anclado, Vikchan lejos de mí, me tenía en depresión. Los días y las noches seguían transcurriendo, yo temía acercarme al barco o salir a la superficie; de la nada unos colores relucientes comenzaron a reflejarse en el agua, no sabía lo que era, pero sentía en el estomago que debía acercarme, debía hacerlo y tras una pelea con migo mismo y mis fervientes creencias decidí hacerlo.
Salí a la superficie, solo saque la parte superior de mi cabeza para que mis ojos rebasaran el borde y pudiera ver, era tan aterrador, entonces hui, baje al fondo y me aleje aterrado, pero mi corazón no pudo con el recuerdo de Vikchan atrapado y asustado, me detuve y mire la superficie, no era solo un gran barco, ahora había otro, y lo supe en cuanto vi la silueta de una sirena en aquel barco, piratas, mis antepasados lidiaron con ellos muchos años atrás, nos cazaban por diversión, asi que las sirenas comenzaron a aprender el habla humana, aprendieron aquel habla y a defendernos, aunque ellos decían que nuestra raza no hablaba si no que cantaba, una vez que nuestra voz atrapaba a algun marino, lo sujetaban tan fuerte nadando hacia el fondo, uniéndolos, llevándolos hasta matarlos, dejamos de escuchar de los llamados piratas pues dejaron de cazarnos, pero estaba seguro, ahora esos piratas cazaban a ese barco, ese en el que tenían preso a Vikchan.

Me llene de valentía y aunque temeroso, nade de regreso a la superficie y me acerque al barco, el ancla estaba subiendo, asi que me tome de ella, una vez que esta llego arriba pude verlos a todos, era aterrador, se mataban unos a otros, corrían de un lado a otro, los piratas tomaban cosas brillantes y las subían a su barco, a cualquier humano que no llenaban de carmesí, lo ataban y lo subían junto con aquellas cosas brillantes. Comencé a temblar del miedo de ver aquella escena, y sin pensarlo fui descubierto, pero no era un humano, era algo peludo y se parecía a Vikchan, me lamio la cara y comenzó  a correr hasta que lo perdí de vista. De pronto algo cayo, parecía hielo, transparente en pequeños pedazos y pequeños peces brotaban, algunos no tan comunes para las aguas en las que estábamos comenzaron a saltar sobre la superficie de aquel lugar y los pedazos de aquel extraño hielo, entre ellos estaba Vikchan, debía hacer algo, pero estaban a la vista de todos, no podía acercarme, me verían, creí que estaba perdido, Vikchan moriría enfrente de mis ojos y yo no podría hacer nada, me sentía impotente y conmocionado.

Lo que paso después, fue como un milagro, entre tantos piratas y humanos sin corazón que pasaban y aplastaban a los pequeños peces que aun Vivian y saltaban, hubo uno, uno entre tantos, que se arrodillo y tomando con cuidado a cada uno, los arrojo de nuevo al mar, el parecía brillar, no sabría como describirlo, era lo único hermoso que había en aquel lugar rodeado de cosas tan terribles y escalofriantes, brillante, como el sol. Una vez que regreso a Vikchan y a todos los peces al mar, estaba listo para volver y ayudar a aquellos pequeños que tuvieron encerrados a regresar a sus hogares y encontrar a sus familias, estaba decidido, ese humano los había salvado y yo debía terminar eso, asegurarme de que los que aun estaban heridos fueran curados, pero algo me detuvo de saltar, sentía que había algo mas, así que me quede, solo un poco más a ver a aquel humano. Debía darle acaso las gracias?, el salvo a Vikchan, Vikchan estaba vivo, y si no murió entre las pisadas de aquellos monstruos fue gracias a él, pero no podía, las reglas eran claras, el contacto con los humanos estaba prohibido desde hace siglos atrás, de pronto vi lo terrible, un pirata se acerco a el por la espalda y enterró algo en su hombro, el carmesí comenzó a aparecer y lo entendí, era sangre humana, los humanos sangran?, estaba estupefacto, aquel ser estaba sangrando, tal vez muriendo, como es que los humanos son tan aterradores como para atacar a su misma raza?, lo siguiente que vi, que aquella cosa peluda de nuevo, mordiendo a aquel que ataco al humano, pero este lo arrojo al mar, no lo dude, si era de tierra, aquella cosa peluda que era parecida a mi amado Vikchan moriría en el mar, salte del ancla en la que estaba sentado y entre al mar, lo sostuve fuerte y lo levante para que su rosto estuviera fuera del agua, en cuanto recobro conciencia comenzó a lamerme, no lo pude evitar, comencé a reír me hacia cosquillas aquello, de pronto aquel barco se lleno de algo carmesí, los humanos gritaron y el barco pirata comenzó a alejarse,  me aleje a unas rocas cercanas para que aquel peludo Vikchan de tierra, descansara. Cuando el barco termino de hundirse y llego la paz, el Vikchan de tierra comenzó a hacer un sonido raro, como gritando al mar, no lo entendí.

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⏰ Última actualización: Sep 06, 2017 ⏰

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