—Me ahoga esta pena, no puedo vivir— Cante a la par de los parlantes mientras se me cristalizaban los ojos.
Dos semanas habían pasado, el Seba ya se había ido aunque quedamos en que hablaríamos.
Gracias a dios no estaba embarazada, un gran susto.
Las clases ya habían empezado y digámoslo, es mucho más fácil que alguien solo te explique a ti. Me iba bien, mejor que en el liceo.
Solo seguía hablando con Dam, Marcos, Anto y Lukitas. Con este último me llevaba bien, digamos que da unos buenos consejos.
Los chicos me hablaban para salir o juntarnos pero digamos que la última semana estuve un poco muy sensible, no es una fecha que me guste recordar.
—¿Val?— Sentí que golpeaban.
—Pasa— Hable girándome en dirección a la ventana.
—Ey, ¿Qué pasa enana?— Me sorprendí al ver Dam frente a la cama.
Me senté secándome las lágrimas que habían salido.
—No quiero hablar del tema– A duras penas me salió, a pesar de lo entrecortada que se encontraba mi voz.
—Vení— Se sentó a mi lado y me rodeó con sus brazos.
Lo necesitaba, estos días me había encerrado y casi no tenía contacto físico, necesitaba apoyo aunque no quisiera aceptarlo.
—Lo que sea sabes que me tenes acá y a los chicos igual ¿Qué tal si salimos a dar una vuelta? el día esta re lindo como para estar acá acostada— Me sobo los hombros, me aferré a su cuerpo.
—Alto bebo que sos— Le di un beso en la mejilla y me pare a buscar ropa, me puse esto:
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Me puse las zapatillas, agarré una mochila y metí todo lo quizás llegase a necesitar.
Estaba de mejor animos así que,¿porque no maquillarme?
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Dam solo observaba con cara de sueño, ay que lindo es lpm.
—Ya estoy, sácate las lagañas gil— Lo codee pero al parecer no sabe que son las lagañas ya que me quedo mirando confundido.
Hice un gesto de desdén.
—¿Y a donde me llevas?— Hable mientras enviaba un mensaje a mi papá avisándole que saldría.
— Por ahí— Agarro mi mano, seguro la gente pensaría que es mi hermano mayor, digamos que mi altura no ayuda mucho.
—Esta bien, pero si "por ahí" me secuestran, me asaltan y/o me violan, tú te haces responsable— Levante ambas cejas y lo mire, si, para arriba.
—Si, ahora camina— Me puso los ojos en blanco, a mi, me puso los ojos en blanco.
—No me pongas los ojos de esa manera Anastasia— Hable poniendo voz de macho, así como Christian.
Dam me miró y se pego en la frente.
—Ay dios mío— Murmuró.
—Me amas, y a mis mocos igual— Me encogí de hombros.
—Si gila, pero es mutuo así que calla y camina— Parece mi papá.
—Bueno me callo— Camine junto a él pero por cada paso suyo yo caminaba dos.
Ptlw.
—Dam, ¿te puedo preguntar algo?— Nos adentramos en una plaza.
—Si obvio— Paro y se giró a mirarme.
—¿No sabes con quién me acosté la noche de la joda?— Tenía la duda quizás alguien le contó a él.
—Si se— Se rasco nuca.
Moví las manos dando a entender que siguiera hablando.
—Se supone que no debía contarte pero si no sabías ya fue, te acostaste con Duki, incluso pensé que lo sabías, todos lo pensábamos.— Metió sus manos en los bolsillos.
Oh la media vola, se imaginan, hubiéramos tenido un mini Mauro y hubiéramos sido a familia vendedora de trap.
