»Continuación de Soldier.
❝-Ya no te quiero aquí.❞
Tomó una decisión que repercutió en su vida, su relación y todo lo que creía que lo hacía feliz. Había vuelto, había pasado un infierno, pero todo sacrificio tenía su precio.
Iniciada: 1O/Junio...
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Justin Bieber sabia que el primer día de la universidad podía llegar a ser lleno de nervios, pero nadie le dijo que ____ iba a estar incluso más nerviosa que él mismo. Justin le agradeció con varios besos en su rostro al momento de verla fresca y levantada en la cocina preparándole un refrigerio. Simplemente había sido maravilloso para Justin ser testigo una vez más lo maravillosa que era esa mujer. Aún cuando caminó por el pasillo, hasta llegar al elevador, ____ no dejó de desearle suerte. Se había montando es su motocicleta, manejó hasta la universidad y ahora mismo Justin se encontraba inspeccionando lo que sería el lugar que frecuentaría por los siguientes 4 años y medio.
Se quiso mostrar optimista y no dejarse intimidar porque la mayoría se veían más jóvenes que él; algunos sabían a dónde dirigirse y los nuevos eran fáciles de ubicar por sus pasos apresurados o por buscar las indicaciones que habían en determinadas partes del campus. Justin agradeció que ____ fuera una maniática en cuanto a los estudios a pesar de que ella ya no lo hiciera, ya que le había hecho un sencillo mapa de a donde tendría que dirigirse. Su edificio no estaba tan alejado del estacionamiento y de la entrada principal, caminó a pasó tranquilo por la explanada, con su mochila cargada en el hombro. ____ había rechistado que solamente hubiera tenido la decencia de llevarse solamente un cuaderno de apuntes, pero Justin le siguió sosteniendo que por ser el primer día, no tendría aquel apuro, ya después se ocuparía de aquello.
Su salón estaba ubicado en el segundo piso. Alumnos, hombres, mujeres y maestros iban en diferentes direcciones, se internaban en su salón indicado y Justin hizo lo mismo. Las bancas no estaban ocupadas en su totalidad, habían tres mujeres y un hombre que no despegaba la vista de su teléfono. Justin tragó hondo, hace bastante tiempo que no entraba en un salón de clases. Tomó asiento en una de las bancas de en medio y esperó con paciencia a que el día comenzara. Sin duda iba a extrañar las mañanas en las que él se quedaba a cuidar a Eva mientras ____ trabajaba.
El profesor que entró 5 minutos después que Justin, era joven, pero no tanto como él. No pasaba de los 35 años e iba vestido formal, limpio y con un aura que demostraba que era carismático. Con sus sentidos alerta, Justin notó como las tres mujeres dejaron de hablar con voz alta y se dedicaron a murmurar con risitas y suspiros. Giró los ojos al darse cuenta de que era algún tipo de efecto que el maestro parecía tener con ellas y que además ya lo debían de conocer por la forma tan rápida de cerrar la boca.
Durante la clase, el profesor se dedicó a presentarse a sí mismo, el salón estaba lleno de alumnos y Justin a veces podía notar que alguien lo observaba, pero no sabia decir si era producto de su imaginación por los nervios o que en verdad alguien lo estaba haciendo. En la clase no fue necesario apuntar, Justin sólo necesitó memorizar el nombre del profesor y fue una verdadera porquería porque se llamaba James Cyrus.
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Con la mochila colgada en su espalda, Justin terminó pasada la 1 de la tarde su jornada de estudios. Su ropa de entrenamiento ocupaba la mayor parte de su mochila y Justin caminaba a pasó tranquilo hacia los vestidores. No conocía a nadie, los hombres del equipo ya se conocían entre sí, hablaban de diferentes temas a los que él era ajeno y se sentía incómodo por estarse cambiando enfrente de desconocidos.
