I hate the suits but i like green day

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Entro al auto, Kate aún está seria, lo
pongo en marcha mientras ella abre la ventana. El auto está en completo silencio.

Tengo que animarla... ¿Un chiste? Soy pésimo en los chistes. ¿Música? No, tal vez piense que la quiero ignorar. ¿Cantar? Ok, esa es mi peor idea, canto horrible. Mejor lo dejo así, en algún momento va a hablar pero por ahora no necesito que esto sea más incómodo.

Si tan solo tuviera algo para ofrecerle, al menos así podríamos hablar por unos minutos. Algo como... ¡Dulces!

En la bandeja de abajo del estereo, siempre dejo los que dan en los restaurantes, debe de haber uno ahora. Llevo mi mano a la bandeja, con mis dedos busco la textura del envoltorio, llevo mi dedo índice hasta atrás y puedo sentir la envoltura. Lo saco, es de cajeta. Gracias, restaurantes que dan dulces gratis.

– Mmm, Kate ¿Quieres un dulce?– Voltea sonriendo.

– ¡Claro!– Asiente con euforia y me lo quita de la mano.

Lo abre, deja el envoltorio en la bandeja y lleva el dulce a su boca. Sigue viendo por la ventana pero ahora con una sonrisa. Al menos esto ya no es tan incómodo.

Sigo manejando a baja velocidad mientras observo el mar, esto sin duda sería mejor con música.

– ¡WUUU!– Kate saca la cabeza por la ventana y freno rápidamente.

– ¿Estás bien?– Mete la cabeza y cuando ve mi mueca de sorpresa, saca una carcajada.

– ¡SIIIIII! Estoy genial– Sus expresiones son muy exageradas.

– ¿Por qué hiciste eso?– Sube los pies al asiento y los dobla.

– Porque estoy ¡feliz!– Eleva sus manos energéticamente, lo cual hace que se tambalee un poco.

– Cuidado– Suelto el volante y con mi brazo la agarró de la cintura antes de que pegue con el portavasos. Cae en mi pecho.

– Será mejor que te sientes bien– Trato de ver sus ojos pero su cabeza está casi tocando mi barbilla.

– Me siento muy bien– Lleva una de sus manos a mi cuello y se endereza.

– Yo también me siento bien, pero tenemos que regresar– Dejo de rodearla con mi brazo.

– Ok– Recarga sus manos en mi pecho para no tambalearse y regresa a su asiento.

Enciendo el carro y empezamos a avanzar aún en velocidad baja.

– Oyeeeee– Volteo a verla y está haciendo un puchero.

– No cante en el karaoke– Baja sus brazos a sus piernas mientras ve un punto fijo.

¡Qué rayos! Hace un momento no paraba de reír y ahora se pone triste por eso. Creí que el efecto se había bajado pero ahora parece que está ebria otra vez.

– Músicaa– Toma el auxiliar.

– Tu teléfono– Extiende su mano, saco el teléfono de mi bolsillo y se lo entrego.

Sonríe, conecta el auxiliar y prende el estéreo. Me lo regresa para desbloquearlo, se lo doy de nuevo y entra a mi biblioteca... Qué raro, creí que iba a entrar a Spotify.

– ¡OHHHH!– Deja mi teléfono abajo del estereo.

Después de su grito, escucho las primeras notas de Boulevard of broken dreams y no puedo evitar sonreír. Kate se sienta, poniendo sus pies abajo de sus piernas, se acomoda la falda de cuero, lleva su mano a su garganta y prepara su voz.

Suit & Tie (C.H) (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora