5.

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Y Harry imaginó un mundo sin prejuicios mientras caminaba por las anchas calles de Londres, pensando en cómo irían las cosas. ¿Acaso mejorarían o qué tal si empeoran?

Niall decía y parloteaba y reía y Harry no comprendía por qué era tan alegre, por qué era tan fresco. Harry lo observó y sonrió abiertamente porque Niall tenía ese efecto en las personas y porque Harry llevaba días sin sonreír realmente.

Y se sintió bien, se sintió liberado.

Y Harry se preguntó si la libertad se podía plasmar en un lienzo y quiso pintarla, quería que fuera colorida. Quería que fuera de todos los colores y sonrió aun más porque la libertad sonaba como algo maravilloso.

"¿Gemma regresará mañana?" Niall preguntó de repente y el rizado metió sus manos a sus bolsillos tratando de mantener la calidez en ellas.

"Seguro que sí, Niall" Asintió mientras hablaba. "A Gemma le sigue preocupando".

"Por supuesto, entiendo". Guardó silencio por unos momentos para después añadir con cautela: "¿Qué pasó con el cuadro que está rasgado?"

Después de unos segundos en silencio, Harry se atrevió a responder con la misma cautela que el rubio.

"¿Gemma te habló de ello?"

Ahí y en ese momento, se trataban como extraños y Harry se preguntó por qué.

"Yo lo vi, eres demasiado cobarde como para tirarlo" Niall rió y eso hizo que Harry relajara sus hombros sorprendentemente.

Y es que aparte de que era un cobarde, Harry sabía que ese cuadro era arte aun cuando no quisiera admitirlo.

Rasgado y todo, Harry seguía viendo la belleza en él.

Y de la pintura también.

Art; shades of Blue [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora