BELLADONNA

CAMINOS PERDIDOS

Perdí el camino, la ruta hacia ti,

a nuestro pequeño paraíso,

no encuentro las señales,

estoy desesperada.

Joder, ¿dónde estás?

Quiero encontrarte y no puedo.

Te busco

en mis labios,

en mis manos,

en mi pelo,

no estás donde te dejé.

Te fuiste, te marchaste.

Te sigo buscando,

y no te encuentro.

Por favor,

vuelve a casa.

Mi piel está reseca,

mis ojos no paran de llover,

me estoy congelando aquí.

Sigo en este balanceo continuo

hacia un precipicio

al que no le veo fin.

Fin que le pusimos a esta historia sin querer,

pero más era el querer de nuestras almas pidiendo a gritos que detuviéramos esta guerra,

guerra que puso en contra estos corazones que tanto se amaban

-aman-.

Mi alma se colisionaba con la tuya,

se salvaban entre ellas,

eran una sola.

Ahora todo está deshecho,

solo quedan ruinas,

pedazos de sueños rotos esparcidos por la noche.

Cortaré una pequeña parte de mi corazón con un trozo roto de la luna,

para que puedas llevártelo en el bolsillo,

y así recordar

que fui tuya,

que seré tuya,

por hoy y hasta siempre.

Ahora que sé que no estarás danzando al capaz de mis canciones,

desearía haberte tomado de la mano

un poco más,

haber besado cada punto, cada estrella, cada constelación que habitaba en tu espalda,

una y otra vez.

Dejaré la puerta abierta,

para cuando decidas volver.

Estaré justo aquí,

esperando que la luna hechice tu alma,

y te haga saborear las memorias,

y los besos, y mis manos.

Para que así

regreses a mí,

a casa.