BELLADONNA

LO QUE NUNCA DIJE PERO SIEMPRE SUPISTE

La luna brilla porque tú la estas mirando,

las estrellas se esconden porque tu belleza las intimida,

creen que son muy poco para tan semejante ser.

Quiéreme, vamos.

No soy nadie, no puedo darte mucho porque no tengo nada,

solo este corazón triste pero que ama de verdad.

Y si, el mundo ha sido cruel conmigo,

pero si en esas estamos, el mundo ha sido cruel con todos.

Estoy un poco rota,

suelo mentir a veces, porque ya esta armadura tiene muchas abolladuras,

temo que con cada golpe se rompa un poco más.

Sigo estando rota aun cuando estoy contigo,

pero a ti no te importa eso;

igual haces tonterías para que yo me ría.

Y cuando lloro, tú sostienes mi cara y me besas.

Me miras como si fuese alguien

y no algo.

Me haces sentir segura.

Qué gracioso pensar eso de que no podías entrar en mi caja torácica y robarte cada uno de mis latidos.

Que con solo unas cuantas caricias en mis muslos, descolocarías a este corazón rebelde.

Me sobraron suspiros y caricias hasta el amanecer,

y besos en la espalda, y amor para darte.

Eras glorias, esperanzas, miedos y pasiones.

Y mirarte era como encontrar la paz por unos instantes,

tocarte era algo así como perfecto.

Quiero encontrarte,

hacerte mía, que me hagas tuya.

Porque tú sabes a donde guiarme,

sabes dónde tocarme para hacerme débil,

donde acariciarme,

donde morderme,

donde suspirarme,

donde vivirme.

Porque eres mi amanecer.

Porque eres mía

¡Maldita sea!

Nos faltaron besos y más noches como esa.

Dicen por ahí que si amas algo tienes que dejarlo libre,

yo te amo pero no quiero dejarte ir.

Sin embargo, te deseo paz,

ya que conmigo no la vas a encontrar.