cap. 9

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<<Regla Nr.8 para organizar bodas: no pienses que descansaras, eso es casi imposible, aunque sientas que tus pies explotaran de tanto caminar y estés a punto de jalarte las greñas del cansancio, ten en cuenta que aun loca tendrás que organizar todo, eres multifacética y puedes con todo>>

Anmelye soltó un bostezo agotada, esa noche era la cena de ensayo y ella se estaba encargando de organizar todo, estaba despierta desde las cinco de la mañana revisando que todo estuviera como debía estar

Pero resultaron unos inconvenientes, como en todo festejo, que hicieron a Anmelye estresar más de lo normal, en su mano derecha colgaba su cuarto vaso de café aquella mañana

Sus pies debían de estar muy hinchados, los tacones la estaban matando, sentía que con cada pisada era como poner el pie sobre un clavo, pero ella se negaba a quitárselos.

Salió de la cocina y vio su reloj, abrió los ojos desmesuradamente y soltó un improperio, era tarde y ella tenía cita para peluquería, manicure y pedicura, pero lo más importante tenía cita para la depiladora, si chicas, esta protagonista si tienes las necesidades básicas, como dejar de ser mujer lobo y volver a ser mujer

Dio un giro y reviso el salón con la vista, recordando si le faltaba algo pos hacer, tenía que irse, al ver que no tenía nada pendiente por que todo ya estaba hecho o haciéndose se dijo que se podía ir tranquila, todos sabían que si la necesitaban ella estaría disponible

Ya en la entrada estaba tan pendiente de su teléfono que no se dio cuenta cuando choco contra algo, ese algo parecía ser igual de duro que una pared provocando que ella perdiera estabilidad y se callera, pero antes de que su cuerpo tocara el piso algo la tomo por la cintura, ella quedo levemente elevada, alzo la mirada para ver el dueño de aquellos sexys brazos, se topo con la mirada achocolatada de alessandro

Que cliché es esto, pensó ella al darse cuenta de la escena que estaban dando, el encorvado y ella en sus brazos, faltaba un beso para cerrar la escena, leyó en sus ojos que él quería ese beso, algo en ella vibro, Anmelye anhelaba ese beso, pudo ver como el acercaba un poco el rostro, solo hacía falta que ella acercara un poco el rostro y ya, pero no, eso no pasara

Ella coloco la palma de su mano en la cara de alessandro logrando alejarlo y evitando así el beso, ella se negaba a complacer a sus deseos, se negaba a tener una escena tipo rosa de Guadalupe, no, a ella no le pasaban esas cosas.

Me niego a tener una escena cliché en mi vida, se dijo ella

-que haces aquí – fue lo primero que le dijo ella mientras se separaban, ella se dedico a limpiar un poco su pantalón esperando que en el proceso su respiración se regulara

El frunció el rostro, tenía la cara de un niño al cual no le habían dejado probar el dulce, y ella era ese dulce

-hola alessandro como estas, bien Anmelye y tu, todo bien ¿Qué te trae por aquí?, nada solo pasaba a ver cómo iba todo – dijo él mientras obtenía su habitual sonrisa

-¿terminaste? – soltó ella cortante, sacando a relucir todo su mal humor de la mañana, el asintió – bien, solo quería decirte que todo va bien, no hay necesidad de que estés aquí

-pensé que ya habíamos pasado la etapa de ser fría y cortante – protesto el

-estoy cansada y adolorida, así que no te quieras poner a hacer berrinches – dijo ella fastidiada

-eso contesta a mi pregunta, no hemos pasado esa etapa – el asintió como si comprendiera el teorema del mundo - ¿A dónde vas?

-¿Qué te hace pensar que me voy? – el parecía dispuesto a contesta pero Anmelye se adelanto – no importa, si me voy, tengo algunas cosas que hacer – dijo ella observando su reloj y dándose cuenta que era tarde, comenzó a caminar si esperar respuesta de parte de alessandro

¡NO más Hombres!(NM#1) (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora