Despues del suicidio

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Al parecer mi plan no funciono por que abrí los ojos y comencé a ver una luz y obviamente no puedo estar en el cielo, aparte siento algo suave en mi palmas, como algunas sábanas, así me imagino que estoy en alguna cama o tal vez en el infierno y esto es parte de mis castigo en el infierno, cuando de repente siento una gran punzada en mis muñecas, provocando que gima del dolor, cierro los ojos con fuerza y los vuelvo abrir, ahora viendo claramente donde estoy, al parecer estaba en una habitación de algún hospital, el olor era inconfundible y el pitido de alguna máquina, bajo mi mirada hacía mis muñecas y se encuentran vendadas, intento mover las mano pero me duele demasiado y algo me impide que las mueva, aparte la intravenosa en mi brazo izquierda no ayuda mucho. Intento moverme para acodarme mejor, ignorando la estúpida maquina que pita a un lado de mi y las punzadas que provocan mis muñecas gracias a las esposas, pero todo fue inútil porque llega una enfermera y me ayuda acomodarme, dándome una sonrisa más falsa que mi vida. Checa algunos papeles y la máquina, después se acerca a mi, volviéndome a dedicar una sonrisa.

—Por fin haz despertado —comenta con voz alegre

—Pues, ¿cuánto tiempo estuve dormida?—dije con ironía

—Dos dias para ser exactas

—¿En serio?— mi voz sonó demasiado sorprendida, y es que sentí que solo pasó un segundo de mi cometido

—Si mi niña —esas palabras me causaron náuseas— Y alguien quiere hablar contigo

—No quiero hablar con nadie —la verdad es que temía que fueran mis "padres"

—Lo siento pero tiene que hablar contigo

En eso alguien abre la puerta era una señora muy bien vestida tenia unos pantalones algo ajustados de color negro, una blusa blanca con un chaleco negro y unas botas que combinan con su blusa, traía consigo una carpeta y OH SATANAS llevaba una placa del puto FBI en el chaleco, la señora se comienza acercar y en mi la furia nace.

—Hola soy la agente Cristal —mirándome fijamente a los ojos —Tu eres Ara Saidi Massú, ¿verdad?

—No cariño, soy su hermana gemela —dije sarcásticamente —¿A que viene esa estúpida pregunta? 

—Sus padres están detenidos —comenta ignorando mi pregunta

—Oh, e-eso... es bueno supongo —la verdad es que no sabía como tomarme todo esto, una parte de mi quería sonreír y otra solamente se sentía más enojada —Pero ¿Con qué cargos? —pregunto haciéndome la tonta

—Por la carta que usted hizo —respondió con obviedad

—¿En serio por eso?— mi tono suena brusco y exasperado —¿Entonces tenía que hacer un estúpido intento de suicidio y hacer una carta para que esta vez si me creyeran? —quería sonar burlona pero mi voz se quebró, pues la rabia en mi estaba aumentado

—No tenía que hacer eso para dete......

La interrumpo —Quiero estar sola

La enfermera se retira a igual que la agente . Cuando estoy sola comienzo a gritar y es que no puedo creer que por fin hayan hecho algo de justicia después de tanto sufrimiento, acaso tenía que hacer todo ese puto drama para que hubiera tantita justicia, pero ¿Cómo se habrán enterado?, mil preguntas vinieron después e esa, cómo: ¿Cómo será mi nueva vida?,¿Cambiará tanto?, ¿Donde viviré?, ¿Con quien viviré?, y entre otras que por el momento no tendrán repuestas. Para de gritar y comienzo a reírme histéricamente, es que todo esto es muy loco, parece a las tontas novelas donde la chica deprimida, por fin es escuchada de la noche a la mañana, ¿será que mi vida se está cometiendo en un cliché y yo no me doy cuenta?. Decidí ya no pensar en eso, la verdad es que me siento muy débil y vulnerable por ello pienso que es mejor dormir. Tal vez todo esto es un sueño, tal vez después de todo estoy en el cielo para reunirme con mis abuelitos y esto es solo una prueba. Con esos pensamientos terminó dormida.

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