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POV Omnisciente

El pequeño moreno estaba recostado en la cama, solo, con los ojos cerrados.

Ahora Dark Jaime y él vivían solos, sin Jaime y mucho menos con sus mejores amigos, aunque estos los visitaban de repente.

Y ahora, se preguntarán, por qué estaba solo y sin el demonio? Porque este tuvo que irse una semana, al Infierno, para arreglar algunas cosas allá, y obviamente no iba a dejar que el pequeño moreno lo acompañara, así que este estaba completamente aburrido sin su novio.

No era necesario que hicieran todas las cosas juntos, lo sabía, pero al menos el demonio, cuando estaba en la Tierra, sabía que este aparecería en un segundo a su lado, no que se demoraría como en el Infierno.

Estaba descansando cuando sintió a alguien en la habitación, haciendo que abriera los ojos.

-Vamos, enamoradizo, se va tu Romeo por una semana y ya estás casi muriendo del aburrimiento?.-Preguntó Manuel, sonriendo levemente, esquivando la almohada que el moreno le había lanzado.-Sabes que si él pudiera, se hubiera quedado.

-Claro que lo sé, no estoy enojado con él.-Dijo Nicolás, haciendo un puchero.-Pero... acaso no tiene señal en el Infierno como para un mensaje?

-Raramente, hay señal, pero no creo que haya tenido tiempo para eso.-Dijo Manu, queriendo reír al notar lo infantil que se estaba comportando el pequeño moreno.-Llegará pronto, Nico, no se fue a la guerra.

El moreno gruñó y volvió a cerrar los ojos.

-Bueno, invité a otras personas para animarte.-Dijo Yelo, chasqueando los dedos, causando que apareciera el señor Navarro, el novio de Manuel, Crowley, Balthazar, Gabriel y Fernando.

-Oh, por favor.-Volvió a quejarse el pequeño moreno, sintiendo como hacían que se levantara.-Acaso no puedo extrañar a mi novio a mi manera?

-No.-Respondió Gabriel, colocándole un polerón y haciendo que comenzara caminar, sólo para que bajara al primer piso, hacia el living.

-Saben? Simplemente podría hacer que desaparezcan.-Dijo Nicolás, como si quisiera amenazarlos.

-Pero no lo harás.-Dijo Fernando, ya conociéndolo y sabiendo que algunas amenazas se le habían pegado al pequeño moreno.

-Ojalá olvidara que son mis amigos y simplemente hacerlo.-Dijo el moreno, sentándose en el sillón, no sabiendo qué querían hacer sus amigos.-Estoy cansado, saben? Estuve limpiando las habitaciones que antes Dark no dejaba que entrara.

-En un chasquido de dedos lo podías hacer.-Dijo Edgar, algo confundido.

-Sí, pero no tenía nada más qué hacer, así que lo hice.-Dijo el pequeño moreno, causando que se notara aún más su aburrimiento.-No entiendo por qué tiene tantas armas, tan raras y algunas cubiertas en sangre todavía.

-Lo haces sonar tan normal.-Dijo Jaime, no sabiendo si asustarse o reírse.

-Si uno está con Dark, se tiene que acostumbrar a varias cosas.-Dijo Nicolás, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Y al menos ya no llega cubierto en sangre como antes.

-Menos mal que tú no llegas así.-Dijo Edgar, diciéndole a Manu, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Aunque no fuera tu sangre, me preocuparía igual.

-Acaso crees que no me preocupo igual?.-Preguntó el moreno, sonriendo un poco.-Claro que lo hago, lo amo.

Su corazón latía fuertemente cuando decía eso, como la primera vez.

Todavía no se acostumbraba a estar con el demonio, despertar a su lado, en sus brazos y poder besarlo cuando quisiera. Era por eso mismo que lo extrañaba tanto porque tal vez sentía que todo eso era un sueño o casi como si Dark no existiera.

-Realmente estás enamorado de él.-Dijo Crowley, completamente enternecido.

-Claro, cómo no estarlo.-Dijo el pequeño moreno, todavía con esa sonrisa y acariciando levemente su anillo.-Me encantaría que estuviera acá, aunque sé que es muy mamón y que no es como si se fuera para siempre pero... se siente tan irreal estar a su lado que tal vez tengo miedo de que algún día desaparezca.

-Eso nunca pasará, Nico.-Dijo Jaime, siendo completamente sincero con él.-No estará ahora, pero de alguna manera, siempre llegará a ti.

El moreno iba a hablar cuando Manu lo interrumpió.

-Y hablando del demonio favorito de todo el mundo.-Dijo Manuel, mirando a la puerta, haciendo que el moreno admirara en el instante a quién estaba ahí.

El moreno se lanzó a los brazos del demonio, quien ya tenía estos abiertos, abrazando fuertemente a su novio, extrañándolo tanto como este lo había hecho.

-Odio que te vayas.-Dijo Nicolás en un murmuro, no queriendo soltarlo en ningún segundo.

-Y yo odio tener que dejarte, cariño.-Dijo Dark, siendo sincero con él.-Te lo recompensaré, te lo prometo.

-Sé que lo harías de igual manera.-Dijo el moreno, separándose del abrazo sólo para besar a su pareja, haciendo que este le correspondiera en el instante.

-Eh, seguimos acá!.-Dijo Gabriel, obviamente queriendo arruinar el momento.

Dark gruñó y chasqueó los dedos, haciendo que apareciera una muralla, literalmente, y que no se vieran ni escucharán sus amigos.

-Amo tus poderes.-Dijo el pequeño moreno, mirándolo directamente a los ojos.

-Y yo te amo a ti.-Dijo el demonio, volviendo a besarlo con necesidad, sintiendo como su pareja le respondía en el momento que sintió sus labios contra los suyos.

-No te vuelvas a ir.-Dijo Nicolás, apenas se separaron a los minutos después.-Te extrañé tanto.

-Sabes que me gustaría quedarme aquí siempre.-Dijo Dark, acariciando la mejilla de su novio, haciendo que este cerrara los ojos sólo por sentir esas caricias, relajándose completamente.-Pero tengo que ir a veces al Infierno y lo sabes.

-Sí, lo sé.-Murmuró el moreno, sólo disfrutando el momento, teniendo a su lado a su demonio.

Dark lo admiró atentamente, como si quisiera aprenderse el rostro de Nicolás de memoria.

El demonio le dio un leve beso en la frente, en realidad queriendo besarlo siempre y en todas partes.

-Quieres hacer algo hoy?.-Preguntó Dark, todavía acariciando la mejilla de su humano.

-Sabes que sólo quiero estar contigo.-Dijo Nicolás, tomándose un momento para luego seguir hablando.-En cualquier situación.

Una sonrisa pervertida apareció en la cara de Dark, haciendo que el pequeño moreno entendiera en el instante.

-En cualquier situación.-Repitió el moreno, siendo completamente sincero con él, sabiendo que aquella tensión sexual entre los dos siempre existiría, aunque fueran novios hace tiempo.-Pero primero nuestros amigos se tienen que ir, porque sé que intentarán salir de esa muralla.

Dark asintió en el instante, y en un chasquido de dedos, la muralla desapareció, al igual que sus amigos.

-Nadie entrará a esta casa hasta que yo quiera, ni demonios.-Dijo Dark Jaime, guiando rápidamente al moreno a la habitación.

LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora