Después de ese beso de telenovela méxicana no me quedaba duda alguna de que estabamos hechos el uno para el otro.
Tenía que planear todo, porque estaba decidido a declararte mi amor, obviamente en ese momento estaba lleno de nervios y no sabía que hacer.
Talvez te resulte muy estúpido pero confieso que las palabras que te dije aquella noche fueron sacadas de internet, al igual la manera en la que te declare mi amor hacia a ti.
Coloqué una venda en tus hermosos ojos color café y te lleve afuera, recuerdó que te hice caminar no más de tres cuadras, porque allí tenia la sorpresa.
Llegamos a la orilla del lago y encntraste un letrero gigante en el techo de un edificio, lo prendí y decía "¿Quieres ser mi novia?".
Sin decir nada te lanzaste sobre mi, me abrazaste y me dijiste que si, que nunca en tu vida te habías sentido tan feliz como en ese momento, te veías tan feliz, tan hermosa, no sabía que hacer así que solo me arrodillé y te hice una promesa:
-Prometo cuidarte, respetarte, prometo que daré lo mejor de mi para que esta relación funcione, juro que te haré feliz cada día de mi vida, gracias por decir que si. Te amo.
No dijiste nada, pero las lágrimas rodaban por tus ojos, juro que en ese momento me sentía la persona con mas dicha en todo el Universo.