Suspire mientras miraba mi reflejo en el espejo y acomodaba algunos mechones de cabello tras mi oreja.
Habían pasado ya veinte minutos y sonó el timbre, no esperaba a otra persona más que a Niall, por lo que supuse que era él.
En mis planes no estaba quedarme encerrada mientras lloraba en su hombro o algo parecido.
Con mi suéter y bolso en manos, salí para encontrarme con esa gran sonrisa del rubio.
— ¿Qué sucede, cariño?
—Necesito salir de este encierro—Hable y este asintió mientras caminabamos hacia su automóvil.
— ¿A dónde quieres ir? — Encendió el motor.
— A un lugar lejos, lo más lejos de aquí— Mire por la ventanilla mientras avanzábamos por las solitarias calles del barrio.
Salir con Niall quizá despeje un poco mi mente de todo lo que estaba sucediendo en estos momentos.
Harry nunca había sido tan cruel y lo que dijo me lastimó demasiado.
El carro dejo de avanzar y salí de mi pequeño trance, fijando así mi vista hacia los alrededores. Me había traído a esta playa antes, pero eran otras circunstancias, puedo recordarlo, éramos apenas unos chiquillos.
Antes de bajar quite mis zapatos para así poder enterrar mis pies en la arena y a su vez sentirla entre mis dedos.
Niall me abrazo por la cintura y yo hice lo mismo, recargando mi cabeza sobre su hombro, cualquiera podría tener la idea de que somos novios, cosa que claramente no es.
— ¿Quieres contarme que te hizo?— Era de lo que menos quería hablar ahora, pero sé, que tarde o temprano terminara por indagarlo.
Las palabras frívolas que pronunciaron su rasposa voz volvieron a mí.
« ¿Por qué demonios me case contigo? » « ¡Me tienes harto! »
Mi mandíbula se tensó, no sé cuánto tiempo más podré soportar antes de que las lágrimas comiencen a salir unas tras otras, como una niña cuando le quitan su muñeca favorita. Me sentía vacía, como si fuese una playa sin agua.
— Simple— Solté en un susurro— Se ha aburrido de mí, ahora soy poca cosa ante sus ojos— Mordí mi mejilla, como si esto calmara mi llanto.
— ¡Oh, no! ¡A ese yo lo mato!— Su voz era ahora una mezcla de asombro y enojo, camino hacia el carro y me acerque rápidamente, lo que menos quería ahora era un enfrentamiento.
— Detente— Suspire— Déjalo así— Me aferre fuertemente a él.
— No llores princesa, ese imbécil, no merece tus lágrimas— Acercó su mano a mi cara y con su pulgar retiro algunas lágrimas.
— Pero yo lo amo— Hice una pausa— Soy una estúpida— Baje la mirada.
— ¡Hey! — Tomó mi mentón entre su mano derecha e hizo que lo mirara— No eres ninguna estúpida, ¿Sabes? No quiero que llores más, no por esta noche— sonrió, mientras depositó un beso en mi frente.
De un momento a otro, me encontraba sobre su hombro y él daba pasos grandes hacia el mar.
— ¡Detente Niall!— Me exalte.
Cuando menos lo pensé ya estábamos dentro del agua, Niall me bajó pero inmediatamente me abrazo y así estuvimos por unos minutos, mirándonos el uno al otro, sin decir nada.
Salimos del agua y estaba temblando, era una noche fría, Niall me abrazo por la espalda, de pronto me volteé hacia él y tropecé cayendo sobre mi espalda al sostenerme de su brazo para no caer, nos tambaleamos los dos y Niall cayó encima mío, colocó sus dos manos a ambos costados de mi rostro y poco a poco se fue acercando y nuestros labios se unieron.
Sabía que el seguirle el beso no era buena idea, pero en esos momentos lo único que importaba eran sus labios sobre los míos, después de separarnos el ambiente era algo tenso.
— Niall... yo...— Estaba tan nerviosa, mi corazón latía a un ritmo descontrolado y creo que lo notó.
— Perdón— Hablo rápidamente— Yo no quise— Seguía encima de mí haciendo la situación más incómoda.
— Creo que será mejor que me lleves a casa, ya es tarde y estamos mojados, además hace mucho frío, nos podrá dar un resfriado— Dije rápidamente, aún seguía un poco nerviosa, éste solo se limitó a asentir, tenía el pelo lleno de arena, y parte de la ropa también, cuando llegamos a su auto estaba en debate si debería subir en estas condiciones— ¿No te molesta?
— ¿Qué cosa?
— Que llene de arena tu coche— Hice una pequeña mueca.
— No te preocupes por eso— Me sonrió y yo lo hice de vuelta, subimos al coche y condujo de regreso a mi casa, entre leves charlas, y cosas estúpidas que él decía y que me hacían reír llegamos a mi destino— Llegamos— Estacionó el auto y quito el seguro.
— Te invitaría a pasar, pero sabes cómo es Harry...— Me sentía apenada.
— No hay problema, ¿Nos vemos mañana?— Asentí.
— Muchas gracias, ha sido una tarde maravillosa a tu lado— Le di un beso en la mejilla y salí del auto.
Ya en el umbral de la puerta me giré y lo despedí con la mano.
Una vez adentro, fui rápidamente al baño, no aguantaba estar llena de arena, era una de las cosas por las cuales odiaba ir a la playa. Que la arena se mete hasta por lo innombrable.
Me di una larga y relajante ducha para después salir envuelta en una toalla, fui al cuarto a buscar una pijama para ponerme, cuando de pronto escuche como azotaron la puerta. Mierda ha llegado Harry.
Cierro los ojos cuando siento que me toma de la cintura acercándome a él, huele a alcohol, y aún así logro identificar el olor a perfume de mujer, me giré para verlo, sus ojos se tornaron color cafés, llenos de lujuria, nunca antes lo había visto así, y más raro aún con los ojos cafés, ya que su tono original es un verde esmeralda.
Él me giró a mi postura anterior, apretándome más contra él, quería que lo sintiera, sentí un escalofrió de placer al sentir su mano en mi feminidad, me separe inmediatamente.
No dejaría que siguiera jugando conmigo de esa manera.
•~•~•~•~•
Hola de nuevo.
La historia está en proceso de edición, me encantaría que si miran algún error me lo hagan saber en los comentario.
Sigan disfrutando los nuevos cambios y gracias por leer.