— Vámonos, no quiero seguir aquí, por favor— Lo abrace—Por favor— Susurré por última vez antes de echarme a llorar.
Ahora si escaparía como una total cobarde.
— ¿Eso quieres?— Asentí— Bien, solo déjame ir por algunas cosas a mi casa.
El trayecto fue en silencio, sin embargo no era incomodo. Se formo un nudo en mi garganta recordando los viejos tiempos.
Llegamos a casa de Niall y le espere en el coche en lo que entraba y recogía algunas de sus pertenencias.
— Estoy listo — Sonrío mientras traía una pequeña maleta negra con él.
Sin esperar más tiempo nos dirigimos al aeropuerto, no supe exactamente hacia donde nos dirigimos.
Pasamos por una serie de supervisión antes de llegar a la sala donde esperaríamos algunos minutos más para poder abordar.
Una vez dentro del avión sentí unas inmensas ganas de vomitar, por lo cual corrí hasta llegar al baño, me incline ligeramente hacia adelante haciendo más fácil el trabajo. Sentí unas manos sosteniendo mi cabello, al terminar note que era Niall.
— ¿Te encuentras bien?— Su rostro lucia preocupado.
— Eso creo, aunque me siento un poco mareada.
— ¿Quieres que pida alguna pastilla? — Negué lentamente y enjuague mi cara.
Harry.
Al entrar a casa sentí un escalofrío, un ligero presentimiento hizo que se formara un nudo en mi garganta.
Sin hacer caso camine hasta mi pequeño despacho y note algo extraño sobre el escritorio de este.
Era una especie de carta y a su lado había un pequeño anillo, parecido al de... ¡Mierda! Tome la hoja entre mis manos y comencé a leer.
•~•~•~•~•
Querido Styles.
Realmente no sé como iniciar, aunque en realidad estoy acabando todo esto...
Realmente lamento que seas un idiota y que no me hayas tratado como debió ser.
Espero que puedas rehacer tu vida con alguien más, por favor no me busques.
•~•~•~•~•
¿Qué mierda he hecho? Soy un idiota, la he perdido.
Una fuerte presión en mi pecho se hizo presente. La tuve todo este tiempo y no le dije cuanto le amaba.
Estaba lleno de rabia, ella ahora me odia, corrí hasta la habitación deseando que todo fuese una mentira, sin embargo al entrar sentí ese vacío al ver que no estaba.
Todo era real, se había marchado para siempre.
Camine por todo el lugar tirando todo lo que había a mi paso.
•~•~•~•~•
Ha pasado un mes desde que se marcho, no he parado de buscarla en ningún momento a tal punto de que he contratado detectives.
También ha pasado un mes desde que me diagnosticaron VIH. Maldije cada momento en el que tome a Lya por la fuerza, ya que tenía la leve sospecha de que le había contagiado.
A veces desearía volver el tiempo, aquel en donde escuchaba su dulce voz dándome buenas noches, esos abrazos y besos apasionados, la noches en vela donde acariciaba su espalda desnuda.
Mi tiempo estaba acabando, el virus comenzaba a apoderarse de mi.
Mi celular comenzó a sonar, cosa que me saco del trance en el que había entrado.
— Bueno— Demande en tono seco.
— La hemos encontrado señor Styles— Una pizca de ilusión llego a mí.