CAPITULO OCHO(8)

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Trato de disfrutar de mi café pero la mirada medio seria medio asustada de Marcus me lo impide.

Hace media hora dejamos el vecindario para venir a una cafetería en el centro. El toma a sorbos cortos el suyo, yo dejo a mitad el mío y lo pongo en la mesa.

-¿De qué querías hablar?- pregunto.

-Por teléfono te dije que no sabía el porqué de la falta de dinero de Rosalie.

Asiento y espero a que siga.

-En realidad si lo sé.

-Si me hiciste conducir hasta aquí supongo que fue porque querías contármelo.

-Al principio pensaba que tus atenciones con Rosalie eran solo porque querías acostarte con ella, eres un hombre rico que obtiene todo lo que quiere gracias a eso.- hace una pausa para tomar un poco de café.- Me caíste bien, pero era ese pensamiento el que me hacía dudar. Al pasar las semanas vi algo diferente, no querías acostarte con ella, enserio te gustaba y llegue a desear que fueras tu el que la salvara.

-¿Salvarla de qué?

-De ella misma.

Lo miro sin entender absolutamente nada.

-Sabes, ella es una chica hermosa que sonríe a pesar de todo por lo que ha pasado. Eso de ser lesbiana es solo una pequeña mentira que hace retroceder a los demás.

-¿No es lesbiana?

-No, o no del todo al menos.

-¿No del todo?

-Ella tomo esa tonta excusa para que los hombres no se acercaran a ella. A veces pienso que ella besa y se lía con otras chicas solo para obligarse a creerse lo que dice ser.

-Pero eso no tiene sentido ¿Por qué desear ser algo que no se quiere ser?

-Tú no conoces su vida Theo, ella ha pasado por cosas muy duras.

No respondo.

-Cuando su hermano comenzó a desaparecer cada cierto tiempo ella tan solo tenía dieciséis así que consiguió un trabajo y se fue de casa. Lo único que la ataba a vivir el infierno en que vivía era Brian, con el ausentándose para vivir de vez en cuando en la calle ella ya no se vio en la obligación de quedarse. Su madre los abandonó cuando eran niños pero de vez en cuando volvía a visitarlos, era adicta o bueno lo es aún.

-¿Aun? ¿Qué acaso no está muerta?

Marcus me mira confundido.

-¿Quién te dijo eso?

-Rosalie.

Su cara toma otro gesto.

-Para Rosalie su madre murió cuando su hermano cumplió trece. Pero sin embargo, ella siempre volvía. Y esa fue la razón de porque sus cosas estaban en la calle hoy.

-No entiendo.

-Cuando te llame, lo hice solo para que arreglaras el problema, pero el verte de esa forma protectora y cómo la mirabas supe que no es solo un gusto lo que sientes por ella.- me mira-. Estas enamorado de ella ¿verdad?

-Sí.

-Por eso estamos aquí. Porque sé que eres capaz de hacer lo que sea por ella.- suspira-. Su madre fue a su departamento tarde anoche. Ella me llamo y fui a ver qué pasaba, no entre y solo me quede escuchando. Su madre estaba desesperada, le dijo que necesitaba dinero porque le debía a personas peligrosas, Rosalie sin importarle mucho los problemas de su madre le pidió que se fuera pero entonces ella tomo una actitud de víctima y comenzó a llorar y a decirle que la matarían. Rosalie al final solo le dio el dinero para sacársela de encima.

FRÁGIL LIBERTADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora