El director del instituto Mario Jesús Quezada nos había reclutado a cada uno de los estudiantes en el auditorio de la institución, es un salón amplio y luminoso con un escenario en frente y suficientes asientos para todos los alumnos, luego que todos se sentarán en sus respectivos asientos según su año, grado y sección, tomó el micrófono para anunciar lo que ya todo el mundo sabía.
-Buenos días jóvenes estudiantes-buenos días dijeron algunos al unísono-. Como ya ustedes saben hace un par de días se hicieron las votaciones para elegir a nuestras princesas y príncipes del baile de primavera, ya se han contado cada voto y tenemos a las y los postulados para rey y reina del baile y estos son... Banda, redobles de tambores por favor.
Los tambores sonaban, las chicas estaban emocionadas y sudando por lo nerviosas que estaban al saber que alguna de ellas podían ser princesas, los chicos gritaban y hacían bromas pesadas a quien creían ellos serían los príncipes. En cuanto a mí, me imagino la cara de preocupación y lo mal que me iba sentir al no estar siquiera postulada a ser princesa, anhelaba profundamente ser la reina del baile de primavera, es lo que siempre quise, o al menos lo que todos esperaban, claro las posibilidades de ser princesa incluso ser la reina eran más posibles que las del resto de las chicas, aunque no dejaba de preocuparme.
- ¿Nerviosa Hetty?
Volteé a ver a mi amiga, y compañera de clase, la pecosa pero muy lista Daniela que no dejaba de mirarme con una sonrisa de malicia por los bordes de sus anteojos.
- ¿De qué hablas Dani? Si ya tiene la corona asegurada-dijo María mi otra amiga y compañera golpeando levemente su codo en mi brazo.
- ¿Nerviosa? No, para nada estoy segura que ya gane esta competencia-les di mi sonrisa más confiada que pude fingir.
Mire de nuevo al escenario queriendo morder cada una de mis uñas acrílicas cuando dejaron de sonar los tambores.
- Y los príncipes son: Carlos Reyes-vi a Carlos reír hasta casi morir mientras que sus amigos más próximos lo golpean en la cabeza-. Robert Deile- él al contrario maldijo a todos por hacerle esto-. Y por último a Benjamín Elsire- vi al chico sacar la cabeza del libro que leía para encontrarse con la mirada enamorada de casi todas las chicas.
- Tan enigmático y misterioso ¡Tan encantador!-se escuchó a la lejanía.
- Y ahora lo que todos estábamos esperando, las princesas del baile de primavera son: -mi pecho se contrajo, mis manos sudaban, por favor, que diga mi nombre-. Karla Rodas-ella gritó y exclamó un ¡Lo logre! Me miró y me fulminó por completo con su mirada, no hice más que sonreírle con total soberbia-. ¿Lisseth Sandoval? ¿Quién es esa? Oh perdón ¡Lisseth Sandoval!-ella estaba pasmada, llevó un mechón de cabello detrás de su oreja, la mayoría de chicos y chicas se rieron y dijeron comentarios como: La princesa de las raras. Sus ojos se humedecieron y solo logró agachar la mirada-. ¡Jóvenes, clámense por favor, aún no hemos terminado!- y aún no me mencionaba ¿será que no fui elegida? ¿Será que en realidad nadie me quería como reina del baile? No podía llorar en frente de todos, pero es que es lo que siempre quise, y si no lo tenía no sería aceptada por todos ellos, y los defraudaría ¡maldita sea! ¿Cómo es posible que Karla estaba nominada y yo no?-. Henrietta Lemann.
Todos aplaudían, y me felicitaban, Daniela y María me abrazaban, por fin habían dicho mi nombre, no debía sonreír tanto, no debía dar a demostrar lo feliz y emocionada que estaba. Iba a ser reina eso seguro.
- Por favor a todos los príncipes y princesas suban al escenario para poder recibir sus coronas.
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La noche que ella se fue
General FictionNadie merece vivir con miedo Nadie merece vivir con angustia Nadie merece que le prohíban la libertad Nadie merece que manos agenas toquen un indefenso cuerpo ageno Nadie merece que le arrebaten la pureza e inocencia del alma Y si eso pasa recordar...