Capítulo 7: Cita/Confusión

644 38 11
                                    

Gru

Al día siguiente desperté con la grisácea luz de una mañana nublada, tenía a mí gemelo durmiendo pacíficamente envuelto en mis brazos. No recuerdo muy bien cuándo fue que lo abracé pero no me molestaba su calor junto al mío, era agradable. Pocos minutos después él despertó y volvió a acurrucarse en mí.

"Buenos días. Se ve que dormiste bien."

"Sí, muy bien. No dormía así desde um...nunca jeje. Oye Gru necesito preguntarte algo importante."

"¿Qué pasa? Te sientes mal o necesitas dormir más"

"Ah no, estoy bien solo algo adolorido por dormir en el piso. En fin ¿recuerdas lo que pasó antes que me quedara dormido? Yo sentí algo."

"No sé a qué te refieres, hermano. Debes estar cansado aún. Ve a dormir en tu cama. Nos veremos más tarde."

Por alguna razón Dru estaba actuando un poco extraño pero supuse que fue por la forma en que dormimos, así que después de que se fuera a dormir yo tomé un baño  y regresé a la cama con mí esposa quien seguía dormida. Después de un par de horas más de sueño desperté con un beso en la mejilla. Era Lucy, me miraba con reproche porque no dormí aqui por la noche. Me disculpe y le dije que se lo compensaría ese día. Le propuse que salieramos solos a donde ella quisiera y dejaríamos a las ninias con Fritz y Dru. Aceptó aún un poco enojada conmigo, nos vestimos, desayunamos juntos y le avisamos a nuestras pequeñas antes de salir.

"¿A dónde quieres ir, querida?"

"Mmm... Tengo una idea. Vayamos a alguna playa lejana para relajarnos y cenar juntos."

Sin dudarlo tomamos el jet privado y salimos fuera de Freedonia. Durante el viaje me preocupé por mis hijas y Dru, quien probablemente seguía durmiendo. De pronto una especie de recuerdo vino a mí mente."No. Yo no hice eso. No lo hice... Te referías a eso entonces ¿acaso no fue solo un sueño extraño?"

Dru

Esas pocas horas que pasaron soñé con ese momento en la luz tenue de la chimenea con mí gemelo. La cabeza me daba vueltas y mí pecho se sentía pesado. En realidad no lo siento mal solo es extraño y tampoco estoy seguro de que haya pasado. Sin embargo, no puedo negar que me gusta ese sentir. Necesito hablar con él claramente y saber si en verdad sucedió o si solo fue un sueño.

Apenas desayuné me encontré con mis sobrinas en su habitación, se veían algo aburridas, así que decidí llevarlas a dar un paseo a donde quisieran. Margo optaba por ir a algún centro comercial, Edith quería ir a donde sea que pudiera hacer travesuras y Agnes solo quería ver animalitos. Por fin decidimos salir de paseo a San Francisco, una ciudad bien conocida en el mundo por su encanto citadino.

"Esperen niñas. Fritz ¿Dónde están Gru y Lucy?"

"Oh ellos salieron hace unas horas, amo Dru. Tomaron el jet y se fueron de paseo en una cita."

"Salieron en una cita... Ah e-está bien. Vámonos pequeñas"

"Ya que no está el jet podemos ir en el helicóptero, señor."

"¿Qué? Ah claro, sí."

No sé por qué pero al escuchar la palabra 'cita' sentí una puñalada enmedio de los pulmones. Incluso se me dificultó respirar por un momento. Después de unos minutos mirando a la nada llegamos a nuestro destino. En cuanto aterrizamos el helicóptero en la punta de un edificio las personas creían que éramos famosos o algo así, nos tomaron fotos y trataban de sacarnos una entrevista; Margo estaba encantaba mientras que yo sostenía a Agnes y Edith atacaba las cámaras que se atrevieran a lanzarle el flash ¿Dónde obtuvo esa katana tan genial? Por fin salimos de ahí, para poder explorar el lugar con tranquilidad pero mí mente no lo estaba. No podía concentrarme bien aunque me forzara. Sin embargo, mantenía mí ojo en mis sobrinas y Fritz, por lo menos ellas se la pasaban bien con su tío. Las pequeñas tomaron muchas fotografías del puente Golden Gate, los restaurantes tan étnicos y los artistas callejeros que deambuleaban las calles.

Entre más tiempo pasaba más pensaba en lo que pasó anoche, podía recordar cada palabra que compartimos, hasta el momento antes de que Gru me...¡Pero aún no estoy seguro de lo que sucedió! Gru no lo haría. Nop. Así no es él. Aunque, en realidad, lo sentí bien. Apenas recordé el toque de sus labios solté un suspiro y senti cómo mis mejillas se llenaban de calor.

"Tío Dru ¿Estás bien?"

"Ah ¿Qué? ¿Quien? Oh sí ¡Sí! Estoy bien. No pasa nada."

Salí de mi trance gracias a Edith quien me jaló del saco para hablar conmigo.

"Oye, me debes una buena broma o lo olvidaste. Quiero hacerle una broma a la familia"

"Jeje mí pequeña diablilla, a mí hermano sí podría pero nunca a tus hermanas, esa parte depende de ti."

"Bueno, solo a Margo. Agnes aún es muy pequeña para tolerar una broma. Pero me ayudarás a pensar en algo genial ¿Sí? "

Al final no pude resistirme a la niña de rosa y comencé a formular bromas para su hermana mayor. Eso no es tan malo ¿Verdad? Pasaron alrededor de dos horas para que nos diera hambre. Entramos a una pizzería y ahí fue donde Edith puso su broma. La revoltosa ingeniosa se las arregló para meter una araña de plástico en la rebanada de Margo; con cada mordida estaba más cerca de encontrarla.

"Pero qué-  ¡Aah! ¿Qué es esto? ¿Es venenosa?... Oh es de plástico ¡Edith!"

La pequeña de rosa se tiró al piso riendo a carcajadas en lo que su hermana la observaba con disgusto. En fin, pasando el mal rato con ambas hablé con ellas para que hicieran las paces por ahora.

Me pregunto cómo la está pasando Gru, ya lo extraño.

Cercas del anochecer regresamos a la mansión en Freedonia, mis sobrinas estaban cansadas y listas para dormir, así que yo mismo las arropé en sus camas viendo que Gru y Lucy aún no llegaban. Tardaron exactamente una hora más para llegar de vuelta a la mansión. La pelirroja estaba contenta y tranquila mientras que Gru parecía algo distraído pero aún así su mirada reflejaba su humor, estaba contento.

"¡Bienvenidos! ¿Y cómo les fue?"

Lucy me contó que habían pasado el día en una playa, pude notar su bronceado enseguida pero la piel de Gru seguía tan pálida como la propia. Apenas volteó a verme sentí un salto entre los pulmones una vez más; él solo me sonrió y se fue con su esposa a dormir. Bueno, no sin antes llamarme un momento.

"Gru, yo quería preguntarte algo-"

"Espera hermano, antes de que hables quiero saber algo ¿Cómo están las ninias? ¿Todo salió bien? No me relaje pensando en ellas..."

Le conté todo lo que hicimos y me dio una pequeña reprimenda por alentar a Edith con sus travesuras. Justo después me abrazó fuerte, me acurruqué en su calor y al voltear volvió a tocar sus labios con los mios.

"...Huy, lo siento Dru, te moviste. En fin, buenas noches. Te quiero hermano."

"Yo también te quiero. Descansa."

Ese fue un beso, y estoy seguro de que no me moví tanto como para que fallara. Una vez más mis mejillas se tornaron carmesí pero ésta vez incluso me temblaron las piernas.

No negaré lo bien que se sintió.

Esa noche mis sueños se llenaron de ambos recuerdos en los que Gru tocó mis labios y dormí con agitación en mí cuerpo.

Sígueme (Rucest/ Gru X Dru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora