Capítulo 11: Misión 2 / Regreso

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Gru

Saliendo de la casa embrujada me sentía relajado como si nada hubiera pasado. Mí corazón me indica que lo que siento por mí gemelo está bien, pero mí mente está consiente de que esto no debe continuar. Pensaba en Lucy y cuánto la podría lastimar si se enteraba de estos nuevos sentimientos. Después de un corto momento pensando Dru me sacudió, estuve inmóvil por un largo rato y mis pequeñas se preocuparon.

"Papi ¿Te pasa algo? "

Agnes siempre era la primera en preguntar por mí. Solo la miré y le aseguré que todo estaba bien, y que ya teníamos que irnos. El anochecer nos alcanzó de regreso a la mansión en Freedonia, donde Fritz ya esperaba con la mesa puesta.

"Bienvenidos familia. Me tomé la libertad de prepararles la cena. Supuse que ya estaban en camino de vuelta."

"Gracias Fritz. Ninias a cenar."

Cada quien tomó su lugar a la mesa y pasamos el rato comiendo, platicando los nuevos recuerdos en estas vacaciones. Gracias a eso me pude relajar nuevamente y pasar un momento agradable.

Las horas pasaron con todos ya cansados y listos para dormir. Apenas acosté a las ninias recibí una alerta de la LAV en mí teléfono  celular. Había una nueva misión que atender de emergencia, así que no dudé en avisarle a Dru antes de que se fuera a dormir.

"Dru, no te duermas. Necesito tu ayuda con otra misión. Prepárate."

"¿A ésta hora? De acuerdo hermano. Cuentas conmigo."

Salimos tan rápido como pudimos en la máquina villana y nos dirijimos al lugar. La LAV informó de un villano a punto de robar el museo más famoso del mundo en Paris. Se desconoce el motivo del robo pero eso no importaba en este punto. Durante el viaje Dru no dejaba de verme al rostro. Sé que estamos en una situación complicada pero qué podría estar pensando en este momento.

"¿Qué te pasa Dru? No dejas de verme y empiezas a desconcentrarme."

"Ah no es nada que no podamos hablar después, supongo."

No fue mucho lo que dijo pero sí me preocupó por un momento, al menos hasta llegar al objetivo.

En definitiva, un villano literalmente se estaba robando el museo entero, incluso las pequeñas pirámides de cristal a la entrada. Sin bajar de la máquina villana disparé con el rayo congelador hacia las cadenas que rodeaban el edificio, unos pequeños pero poderosos propulsores lo elevaban.

"Eso lo detendrá. Dru tienes que romper esas cadenas. El hielo debilita el metal. Iré adentro para encargarme del villano. Nos veremos en la entrada. Y...ten cuidado."

"Nos veremos pronto Gru."

Dru

Apenas nos despedimos me dispuse a romper las cadenas que sostenian el lugar. Menos mal que traía conmigo un rayo experimental en el que he estado trabajando, se supone que lanza un pulso lo suficientemente fuerte para romper el metal más duro; en realidad lo inventé para entrar en cajas fuertes y bancos importantes pero también se puede usar para esto. En pocos minutos todas las cadenas ya estaban rotas pero el edificio seguía elevándose. 'Será que flota desde abajo.' Decidí entrar al museo para buscar a Gru e informarle pero no había señales de él ni de nadie más.

"Tal vez en el sótano haya alguna pista."

Una vez en el sótano me percaté de la cantidad de pequeñas máquinas en las paredes y el piso, parecían aspiradoras automáticas pero estás emanaban una especie de energía. Probablemente sean como imanes que repelen el suelo para que el edificio se eleve. Pero si para eso son esas cosas entonces para qué eran las cadenas de afuera. Me adentré más en el sótano, era frío, con muy poca luz y lo único que podía escuchar eran las pequeñas máquinas funcionando. Después de unos minutos de silencio escuché algo, parecía una pelea. De inmediato pensé en Gru y corrí hacía aquella sala. Apenas llegué vi que Gru peleaba con varias de esas pequeñas maquinas pero éstas eran distintas, repelían sus golpes y volvían a él. Mí gemelo ya estaba golpeado pero seguía tirando golpes, su arma yacía en el piso lejos de él y sin oportunidad de recuperarla. De pronto un hombre salió de entre las sombras, vestía de traje y estaba adornado con joyas y oro; un rico vicioso tal vez. Notó mí presencia y de inmediato mandó máquinas contra mí. Tomé mí arma tan rápido como pude y disparé, una a una iban cayendo cuanto más me acercaba a mí hermano.

"¡Gru! Ya estoy aqui"

Apenas me acerqué a su arma la tomé y se la lancé, esperando que pudiera atraparla. El calvo dio un salto invertido atrapando su arma y disparó directo hacía el villano. Lo congeló pero las máquinas seguían funcionando.

"Uff gracias hermano. Pero por qué no se apagan esas cosas. Debe tener un controlador en algún lado."

"No es nada Gru. Mmm... aqui no se ve nada más. Supongo que tendremos que destruirlas una por una."

"No. Separemonos para buscar, quizá tiene un cómplice en otro lado."

Al llegar a la planta alta Gru se fue hacia el ala este y yo al oeste. Era un museo en verdad espectacular con cada pared decorada con el arte más fino de todos los tiempos. No lo negaré, fue muy difícil no tomar toda pintura que viera pero sabía que mí hermano confiaba en mí; eso me mantuvo concentrado. No pasó mucho antes de que llegará al final del museo, sin éxito me apresuré a llegar al otro lado, tal vez Gru necesite apoyo.

Gru

Durante mí búsqueda en el ala este me percaté del hermoso material invaluable a mí alrededor. Extrañe la sensación de estar rodeado de tanta belleza en casa, mis trofeos robados con orgullo y esfuerzo. Dentro de la sección de antigüedades andinas  me encontré con aquella estatilla que antes adornaba mí sala principal; la tentación de tocarlo era tan fuerte que apenas y me alejé antes de caer. Unos minutos más tarde subí la escalera hacia el segundo piso y allí estaba. Una figura en las sombras que se veía bastante familiar. Demasiado.

"Cuánto tiempo sin verte, pelón"

"NO. Esto no puede ser ¡¿Cómo llegaste aqui?!

"Recuerda que cometo crímenes que ...¡Tienen dirección y magnitud! ¡Oh sí!"

Sígueme (Rucest/ Gru X Dru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora