Tal vez ni siquiera sabían de sentimientos, estando en el terreno ignorante de que su encuentro sería una marca de por vida. Una permanente.
Esa tarde del lunes, el verano estaba a medio período de un julio, Rowan conducía hacía la tediosa biblioteca dónde su pequeño hermano recibía clases de lectura y como lo detestaba, no al menor (quien era una copia de el rayo de sol que alguna vez fue...) En realidad le era terriblemente irritante verle y aun saber que no podría dejarlo por algún lugar huyendo lejos de su propio y añejo recuerdo.
Nunca había deseado estar en clases tanto como hoy.
Todo dentro del auto se reduce a escuchar su respiración pausada y profunda mezclarse con el aire que cruza por la ventana abierta, sintiendo como su corazón esta siendo presionado contra sus costillas, acelerándose como nunca antes. Trata de omitir el como se siente mirando por el retrovisor a su hermano... Casi consiguiendo su propósito rueda los ojos al ver en las pequeñas manos un libro de cuento "Blanca nieves y los siete enanitos"
Estúpido. Es lo primero que pasa por su mente para luego, en un ágil movimiento estirar uno de sus brazos consiguiendo sin mas remedio arrebatarle el libró.
Lo deja en el asiento del copiloto, enciende la estéreo, dejando la estación de radió donde pasa la música con un volumen estruendoso para el menor.
—¡Riles! —se queja el pequeño.
Riles, Riles... Así la llamaba él.
—¡cuidado Rowan! —el pequeño gritó desesperado, asustado del carro que podría impactar con ellos la devuelve a la realidad.
Justo para poder esquivarlo.
—joder. —susurra mas aliviada al seguir el caminó sin mas tropiezos, estaciona frente a la biblioteca —Estamos bien. Estamos bien solo deja de lloriquear enano. —titubea con voz neutra, distante y sobre todo un dominante haciendo que pare ese llanto ridículo.
Toma de la mano al niño llevando en la otra el libro recuperando el aliento. se le dificulta respirar a cada paso y se siente el doble de nerviosa sin saber exactamente el porqué.
Da un breve vista a tan enorme y aburrido edificio mientras hace caminar al pequeño, quién extrañamente tiene una brillante sonrisa mostrando los dientes que le faltan es su dentadura.
Ve entrar gente con atuendos decentes para lo que ella tenia puesto. Eran pantalones de telas con camisas perfectamente abotonadas, vestidos rescatados de madre que llevaban a los demás chiquillos.
—sección 3B...cuentos infantiles —lee su mano después hala a su hermano mientras revisa el lugar encontrando a la misma vieja cascarrabias que hace años a hecho del lugar.
toma a su hermano del cuello de la camisa quién con pasos cortos y torpes trata de seguir el firme de los pasos largos y decididos de su hermana mayor
—¿en dónde queda? —le pregunta poco amable extendiendo el papel.
La señora la mira con ceño fruncido e irritado por la interrupción a su lectura aun más al reconocer la voz de la menor.
En cambio Rowan solo la observa y se burla de la mayor.
—largo de aquí —sale de los arrugados labios. —, dije que no te quería volver a ver por aquí muchacha insolente.
—verás adorable anciana, se me hace tarde para llevar a este mocoso al curso de lectura que aquí le imparten y poder huir a mi cueva de adolescente inculta —zarandea del pequeño quién solo le emite "hola" con el movimiento de sus pequeñas manos —... Si fueran tan amable y respetarás tu canas me dirás antes de que cualquier cosa mala pase... —le insinúa mordaz, la anciana da rabietas como si de una infante se tratase.
—la puerta tres, a tu espalda —dice con voz irritable. —allí esta la encargada del curso recibiendo a los niños. Llegan tardé.
Toma a su hermano de la mano, sonriendo arrogante y yendo sin siquiera agradecer a la dependiente.
—¡mucha gracias, Sammy! —grita el pequeño, la anciana le mira sorprendida y se sonríe al ver al menor.
La castaña toca la puerta, dos veces.
Desesperada y queriendo salir ya de allí.Sus pantalones rasgado y camisa a cuadros sin planchar la hacen verse y sentirse fuera de lugar.
La puerta antes tocada se abre, de esta sale un hombre con traje de marca mal humorado llevando a su retoño de regreso a casa. Ambos hermanos se quedan observando como comienzan a alejarse.
—¡August! —una voz dulce y casi aterciopelada golpea con dulzura sus tímpanos.
Su corazón se desboca dando una corrida ida y vuelta en su pecho.
—¡Sab! —grita el niño corriendo a abrazar a la chica de cabellos dorados.
La chica toma al pequeño en brazos con una sonrisa radiante, tiene una estatura pequeña piel blanca rostro limpió y con unas peca que la hacen ver absolutamente deseable y adorable para la castaña.
—Hey... —susurra la de ojos chocolates. El susurró tan bajo la hizo ser ignorada —Hola —intenta un vez mas, nunca se había sentido tan invisible como ahora que deseaba ser tan visible.
—¿deseas algo? —la voz de aquélla chica era como un cantó para la morena.
—ella es mi hermana... —dice August sonriendo a la rubia.
—¿tú hermana? —pregunta mirando a ambos hermanos sorprendida. Concuerda con sus ojos y hoyuelos en las mejillas —No sabia que tenias una... Un gusto soy Sabrina.
Le extiende la mano una vez que deja al pequeño entrar a encontrarse con lo demás niños.
—Rowan —la chica mas alta se pierde en ese mar de ojos azul verdoso que tiene la rubia.
—Tu hermano sale a a 17;30 —murmura incomoda por la vista de la castaña. Es linda. Piensan ambas.
—no es a la 18:15, según fue lo que me dijo mi madre.
—le avisamos a los padres recién. Vamos a pintar. —le dice, recién nota que su vestimenta es solo unos pantalones desgastados junto una camisa negra de manga medías remangadas.
Aun así era una diosa para los ojos de castaña
—vale, vendré por él a la hora acordada.
—¿Rowan, me das mí libro? —pregunta August con inquietudes.
Se sorprende y mira a la rubia fruncir el ceño, sonríe nerviosamente devolviendo el libro de cuento.
—ten... —se lo entrega con vacilacion. —regresaré por ti, para ir por un helado.—el pequeño la ve con dudas y casi como si de un extraterrestre se tratase.
Pero a la mención del helado le asiente con ánimo.
Lo ve ingresar y se queda observando a a chica que a robado su atención.
—nos vemos luego, Rowan. Cuidaré de tu hermano.
—Volveré a verte de nuevo, hermosa rubia —susurra con anhelo cuando la puerta es cerrada.
Primer capítulo, disfruten #MuñecasDeCristal
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Muñecas de cristal •|ROWBRINA|•
Fiksi PenggemarNinguna supo que su encuentro sería algo mágico. Se vieron tan solo unos minutos aquella trade pero no supieron lo marcada que sería por la otra. "Sabrina era fragilidad de emociones que provocaba la insensatez de pensamientos coherentes para Rowa...