||Especial Harry y Riley|| # 2

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Punto de Vista de Riley


-NO ME IMPORTA QUE USTED SEA MAYOR QUE YO, YO LO QUIERO EN MI CAMA—cante mientras movía mi cadera

-Y NO MALINTERPRETE MI INTENCIÓN, ES QUE NO AGUANTO LAS GANAS—volví a cantar meneando la cadera.

Iba con mi ipad cantando por la piscina, por suerte no había nadie porque sé que me miraría raro.

Todavía no puedo dejar de pensar en ese pack que Harry me mando, joder, maldito infeliz. Si el no fuera tan teso, ya hubiera tenido sexo con él.

Desde que conozco a Harry he tenido sueños con él, pero no cualquier tipo de sueños, sueños eróticos.

Se que estoy demasiado hormonal, pero es que me gustaría que me besara, aunque sea una vez.

-no deberías salir sola—escucho una voz y salto del susto.

-no deberías asustar así a las personas Styles—gruño mientras me siento en la silla. Él se sienta a mi lado.

- ¿te gustaron mis fotos? —pregunto con descaro.

-no tuve tiempo de mirarlas, estuve muy ocupada con Matt

- ¿Quién coño es Matt?

-él chico con el que estuve anoche—me encogí de hombros mirándolo.

Él no lucia muy feliz.

-pues me alegro de que hayas tenido una excelente noche—asegura y me mira.

-porque hoy yo tendré una excelente noche—asegura y se levantó.

- ¿Por qué a dónde vas?

-eso no es de tu incumbencia—me dijo de mala gana.

Se ve tan lindo celoso, él se cruza de brazos y me levanto y me siento en sus piernas.

- ¿Qué carajos haces Riley? —dice nervioso y no quita su mirada de mí.

-tú deber es cuidarme, no andar prostituyéndote—le insinuó sin dejar de mirar sus labios rosados. Una sonrisita aparece sobre sus labios.

-no necesitas niñera preciosa, puedes cuidarte solita, además estamos de vacaciones por estos días—me pega más a su entrepierna sacándome un jadeo—yo puedo hacer lo que quiera—besa mi cuello y jadeo con más fuerza, busco sus labios, pero inmediatamente él me empuja y casi me caiga.

Joder, que animal.

-eres un salvaje—le grito y él se me vuelve acercar—ni te imaginas

Se va y me deja con la palabra en la boca.

Como lo odio.

Y lo deseo.

Dios, beso mi cuello y se sintió tan bien. Pero me rechazo, rechazo besarme.

Vuelvo a sentarme y suspiro.

-quizás no le gusto—bajo la mirada recordando sus palabras—apuesto que me considera una chiquilla—froto mis brazos.

Odio a cualquier chica que tenga la suerte de besarlo y de que él la haga suya.

-¿Riley?—escucho al voz de Perrie y limpio mis lagrimas

-Hola Perrie—sonrió a medias--¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?

-alguien te lastimo—pregunta preocupada.

-no, estoy bien, solo—me encojo de hombros—ya quiero volver a casa.

-no la estás pasando bien—pregunta preocupada.

-realmente no, quiero volver—digo y ella me abraza de repente.

-sea quien sea quien te está dañando, puedes confiar en mi

- ¿no me juzgarías? —ella niega con la cabeza

Bien, suspiro y confieso mi secreto.

-me gusta Harry

- ¿Harry tu amigo?

-Harry Styles—confieso mirándola, ella luce sorprendida y luego sonríe.

- ¿él lo sabe?

-no—le digo nerviosa—y no lo puede saber

-bueno, es un poco grande—ella dice y bajo la mirada—pero para el amor no hay edad

-definitivamente—contesto—mira a mi padre y a ti

-solo que eres menor de edad y eso no se ve bien

-igual no creo que un hombre como Harry se enamore de mí

-estoy segura de que Harry piensa que eres hermosa—la miro y me sonríe.

-de que sirve ser hermosa, si un hombre no te ama—le respondo y ella suspira.

-pues creo que tienes que tener paciencia—ella dice—los hombres son complicados

-si que lo son—reímos.

- ¿quieres ir a comer? —asiento y ella toma mi mano.

Cuando llegamos al restaurante veo a Harry coqueteando con una chica, ellos ríen y conversan. Me entra una ola e celos. Perrie no se da cuenta, ella está enfocada en otra cosa.

Pido permiso a Perrie y entro en la conversación de Harry y la chica.

-Harry, puedes venir—pido amablemente.

- ¿Quién es la mocosa?

-cállate perra resbalosa, mocosa será tu jodida madre que te pario—ella está impresionada. Agarro el brazo de Harry.

-deberían enseñarte modales—habla Harry cruzándose de brazos.

-deberías enseñarme un par de cosas tú—me acerco a él, pero se separa.

-Riley, entiende de una vez que no me gusta las niñas como tú, vez a esa chica—señala a pelinegra—ella tiene veintisiete años y es hermosa y me gusta y acabas de entrometerte en una conversación de adultos

Auch, eso dolió.

-bien, vente con la perra resbalosa—me largo dando zancadas. Y me camino hasta el elevador mientras mis lagrimas comienzan a caer.

¿Por qué tiene que doler tanto?

¿Por qué tiene que doler tanto?

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RILEY BEBE....POBRESITA </3

Caos; zerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora