Caos; zerrie

«contigo todo, sin ti nada»

MARATÓN

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Me desperté porque la brillante luz de la ventana me molestaba. Había caído otra vez, como todas las veces anteriores, mi subconsciente sabía que cada vez que él dijera una palabra, iba a caer. Él dormía, claro que lo hacía, dormía plácidamente, como hacía semanas que no lo hacía. Quería acariciar su rostro, pero eso era una muestra de debilidad, no podría permitirme eso, no. Debía luchar contras mis emociones y mis sentimientos que están naciendo hacía él.

Zayn Malik me estaba enamorando en cuestión de minutos, él estaba robando parte de mí, se estaba robando mi corazón y lo estaba haciendo prisionero.

Me senté en la cama, y busqué mi camiseta vieja que usaba en las noches para dormir cómoda. Mire hacia la derecha encontrándome con su cuerpo lleno de tinta y deseable. Levante para ir en busca de café y pensar.

- ¿Qué haces fuera de la cama? —pregunta su voz sacándome completamente de mis pensamientos absurdos.

Levanto la taza de café y le sonrió tímidamente.

-no sabías que eras adictiva al café—me encojo de hombros y siento su presencia frente mía. Toma mi rostro entre sus manos y lo acaricia.

- ¿algo más que deba saber? —pregunto curioso e intento reír.

- soy sonámbula, ama las películas viejas y no soy buena manejando—le confieso y me jala hacia su cuerpo.

-ronco por las noches, odio las películas románticas—hago una mueca—y soy bueno en todo lo que hago, pregúntale a cualquiera.

Siento un poco de celos.

-estoy segura de que no sabes hacer un buen café—lo reto sonriendo y él niega con la cabeza.

-espera a mañana y te puedo sorprender—aclara y me quedo callada.

- ¿Cuánto tiempo durara esto?

- ¿Qué es esto?

- eso mismo quiero saber—cuestiono y él alza mi barbilla.

- ya hemos hablado de eso Perrie

- lo sé, soy tú aventura hasta que te canses de mí

Él bufa molesto y me suelto de sus manos para tomar otra taza de café.

-hoy tengo una pelea y me encantaría que estuvieras ahí

-sabes que no me gusta ver eso y menos ver cómo te destrozan a golpes

-que poca fe tienes hacia mi persona, pero dame una oportunidad

-creo que debes irte—le digo y besa mi frente.

-mi iré con una condición

- ¿Cuál?

-me des un beso de buena suerte—sonríe y beso suavemente sus labios.

Puedo jurar que ha sido una mala idea encontrarme aquí, va en contra de mis principios, pero Abigail y Harry me lo han suplicado. He invitado a Gabby y Jazmín, quien rápidamente ha hecho química con Harry, me rio un poco. Abigail y yo disfrutamos ver como Harry pierde en el intento de obtener el número de Jazmín. Mientras que a la vista observábamos a Niall quien rápidamente nos saluda, Gabby se pone a la defensiva y lo ignora, pero este se acerca a ella y le pide conversar. Bien, por lo menos mi plan funciono.

Estoy completamente asombrada del talento de Zayn, luego de la pelea pido hablar con él.

-ya estoy cansado de que me estés acosando Helena—Zayn grito molesto.

- sé que todo esto lo haces por mí—pude ver como ella se acerca él y este se tensa.

-sé que me deseas y que ahora mismo deseas quitarme la ropa—ella susurra en su oído.

Él la aparta y ella chilla cuando este la empuja.

-pero tú deseas estar entre las piernas de mi padre—él escupe—lástima que este no te hace caso, ¿eh?

-no sé de que estás hablando Zayne

-lárgate, Helena

-claro que me voy Zayn, pero recuerda vas a caer en mí, como todas las veces que ya has caído—le guiña el ojo y sale hacia la puerta, me escondo y esta sigue su camino.

Maldita Perra.

Iba a irme, pero la voz de Zayn me detiene.

- ¿vas a algún lado? —pregunta haciéndome girar.

-estaba en busca del baño, pero creo que no era por aquí—miento y mi voz sale molesta.

-aquí hay un baño, te lo puedo prestar

-no, gracias, ya iba a irme—doy media vuelta, pero la mano de Zayn interrumpe mi huida.

- ¿Qué escuchaste?

-lo suficiente

-Perrie

-tranquilo Zayn, no pasa nada—le respondo e intento zafarme de su agarre.

-entiende una cosa Perrie, contigo todo, sin ti nada—frunzo el ceño sin entender.

-contigo quiero todo, sin ti no quiero estar—acerca sus labios, pero estos chocan con mi mejilla.

-hablamos después—me zafo de su agarre y camino hacia la salida. Necesito una maldita distracción.