«esto debe ser un secreto»

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Punto de vista de Perrie


Zayn se encontraba sobre mi, recuperandonos de lo que acababa de pasar. Nunca me iba a cansar de estar con esta manera con él. Se echa a un lado y suspiro.
Nos quedamos en completo, sabiendo que, es lo mejor que puede suceder entre nosotros.

–¿tienes hambre? – pregunta de repente sacandome de mis pensamientos. Por alguna razón, me moría de hambre. Lo miro y asiento. Él se levanta y muerdo mi labio inferior al verme desnudo frente a mi y él sin despegar su mirada calida sobre mí. Se viste y me indica que haga lo mismo.

–vistete, te preparare algo – dice y sale de la habitación. Me hubiese encantado, que me hubiese dado su camisa para vestirla y sentir su aroma pero se que eso no pasara.
Cuando fue que llegue a ser la amante de él. La chica del sexo. No lo sé, pero tampoco podría quejarme.

La intimidad era sensacional, a quien engañaba, sabía tocar en los puntos exactos, besar en los puntos exactos y decir las palabras exactas.
Me termine y me peine con una coleta larga. Me mire en el espejo y una sonrisa se dibujo entre mis labios.
Camine hasta encontrarlo en la cocina, estabamos en su pequeño apartamento, era algo pequeño pero era suficiente para nuestra aventura.

–¿que cocinas? – pregunto hasta llegar a su lado.

–pasta – se encoje de hombros.

–cada día me sorprendes más – le confieso.

–lo sé– ruedo los ojos. Este hombre tiene el ego en las nubes.

–toma – inclina el cucharon y pruebo. Esta delicioso.

–esta super delicioso– halago y él sonrie.

–gracias, lo aprendi de mi madre – responde y veo tristeza en sus ojos.

–que bueno, espero algún día conocerla – digo

–no creo que eso suceda – dice con voz fría y seca. Me arrepiento y bajo la mirada algo triste. Pensé que por lo menos eramos amigos.

–mi madre murió– levanta mi barbilla mirandome fijamente.

–oh– muerdo mi labio inferior – lo siento mucho

–esta bien, ella tenía cancer – me dice y acaricio su mejilla.

–lo siento tanto – bajo la mirada.

–esta bien

–¿tu hermanitas con quien viven? –digo cambiando de tema

–con mi padre

–oh

–con el desgraciado de mi padre – responde frio.

–lo siento mucho – él niega y me toma desprevenida y me besa.

–deja de sentirlo, no es tu culpa– susurra sobre mis labios.

–pareces roto – pego mi frente con la de él.

–sabes que estoy aquí para ti siempre

Se separa de mí y no dice más nada. Termina de preparar la cena y no hablamos más de nada.

Comemos en silencio.

–tienes que irte –avisa sorprendiendome

–lo sé– me levanto – pero me gustaría quedarme un rato más

–no, tienes que irte, tengo cosas que hacer

Oh

–bueno – suspiro y aprieto los labios.

–Perrie

–¿si?

–esto debe ser un secreto

Asiento

–lo será

Y me marcho

Caos; zerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora