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Un día de verano, en el que el calor sofocaba intensamente, así como la calentura y excitación que me invadía por dentro, quedamos en salir a tomar algo y pasear por la ciudad con Male.

Llegó la hora en que decidimos salir y fui a buscarla. Siempre hacíamos eso de salir a mirar por ahí y dispersarnos, y más cuando llegaba el fín de semana.

Al llegar a su casa, ella salió a recibirme casi desnuda, estaba solo vestida con un top y la toalla la rodeaba del medio de su cuerpo para abajo. Me dí cuenta que todavía no estaba lista para salir, entonces le dije que la esperaría.

-Ven, pasa. Vamos a mi habitación que todavía falta vestirme.

-Está bien. Pero apúrate. Sabes que no me gusta esperar.

Y le sonreí. Y ella también lo hizo.

Somos muy amigas, no tenemos casi nada de inhibiciones entre nosotras. Nos vestimos y desvestimos enfrente, hablamos de todo. Como las mejores amigas lo hacen.

Lesbianismo OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora