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Fuimos a un bar a tomar alguna bebida. Eran las 9:25 pm. Nos sentamos en la barra y pedimos dos cervezas. -Nos encanta la cerveza, y más cuando hace bastante calor.-  Empezamos a charlar acerca de lo que hicimos en la semana, del trabajo y demás cosas. Nos reíamos mucho y yo no tenía otra cosa en la cabeza más que aquella imagen desnuda. Esa que tanto deseo. Esa con la cual quiero paliar mi locura sexual, mi lesbianismo oculto.

Luego de más cervezas tomadas, Male ya estaba más mareada que yo. Aunque a ella le gustaba mucho la cerveza, no sabía tomarla mucho, así que se emborrachaba antes que yo siempre. Y siempre yo la cuidaba y la llevaba a su casa después de cualquier salida nocturna.

Eran recién las 00:40 am.
Era obvio que la noche seguía en pañales y que debíamos hacer otra cosa más y divertirnos en tan hermoso fin de semana.

Y sí, debo decir que aproveché el mareo que Male ya se tenía encima y se lo propuse...

Por fín se lo propuse aquel deseo voraz que tenía en mi interior desde ya hacía mucho tiempo. Ese pedido de auxilio que me pedía mi cuerpo de saciar mis deseos más perversos y oscuros. El de estar al fin con una mujer igual que yo y lograr experimentar los besos y las caricias de alguien de mi mismo sexo.

Lesbianismo OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora