amatista sanadora

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un árbol
hecho de amatistas
te regalé una vez

lo vi y me recordó
a las tardes que pasamos
a tus mil historias
a tus dulces besos
venenosos, mortales
y hermosos

te amé mucho
a vos y a tus ramas
a tus hojas
a las hormigas que subían
por tu tronco directo
hacia tu cabeza
al hueco que tenías en medio
pudriéndose
en vos

intenté cuidarte
de esos malditos
que querían talarte
partirte al medio
y luego en pedazos
para que seas leña

hoy te despedís de tus raíces
hoy te animas a volar
ya no estás en la tierra y
te sigo amando

mis ojos no te pueden ver
y te sigo amando
ya no te puedo proteger
nunca pude hacerlo
fuiste fuerte
no permitiste que te talen

quiero que seas vos
y que sigas creciendo
niño árbol

(al final, el destinatario de este poema era un pelotudo, tóxico, desconsiderado y egoísta, incapaz de cuidar de nadie, y mucho menos de querer, por suerte me di cuenta antes de que llegue mi inminente muerte y pude sanar, pero no valía la pena, y lo único bueno que saqué de todo eso fueron los miles de hermosos escritos que le hice
y a los cuales, por supuesto,
nunca les prestó atención.
así que en resumen, aguante las emociones y escribir. y abajo todxs lxs q nos lastiman, a la mierda su poesía, tenemos cosas mejores)

Andrómeda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora