Mundo Crudo

5 0 0
                                    


Elena se colocó las manos en la boca, se tragó las ganas de llorar y se creyó las palabras que dijo Arón el día de ayer.

Cuando Arón tuvo en sus manos el arma, salió de la casa dejando a las chicas, y fue en busca de Ross y Estefanía.

Cuando llegó a la planta baja del edificio, se encontró con una rara cantidad de zombis, pero el no disfruto menos explotarles la cabeza por esa razón.

Él fue primero a su colegio, lo exploro completamente en busca de alguna pista de Estefanía o Ross; Arón se fijó un poco más en los detalles y vio un escrito en una puerta de madera que decía "RyE unidos en el nuevo mundo". Arón no logró entender muy bien el significado, pero las siglas que vio concordaron con los nombres de Ross y Estefanía, así que decidió investigar dentro de la institución.

Horas pasaron, Arón revisó por "encima" su colegio y no encontró a nadie. Decidió salir a la calle e ir al centro comercial que había en frente de la escuela, se encontró a unos cuantos incordios y los acabó.

El silencio rondaba por aquel centro comercial, pero el silencio fue destruido por unas risas de un hombre y una mujer, y Arón decidió ir a buscar de donde provenían esas voces.

Cuando se asomó en una ventana que daba cierta visión del piso inferior, notó que Eduardo, Ross y Estefanía estaban juntos, así que el decidió bajar también.

Por suerte, se habían detenido en un local en busca de algunas provisiones, y Arón tuvo la oportunidad de alcanzarlos.

Eduardo estaba parado y volteó a un lado y vio a Arón corriendo a ellos. Cuando estuvieron todos juntos, Aron les preguntó a Ross y Estefanía donde estaban.

"Es que... sabíamos que estábamos cortos de líquidos y... junto a Estefanía emprendimos el viaje en busca de"

Arón aspiró y miró a Eduardo. "Y tú, desapareciste de repente en ese jaleo, me alegro volverte a encontrar, ¿Qué ha pasado desde que no hemos estado juntos?"

Eduardo le dijo a Arón "Lamento que les causara tanta preocupación, pero he sido parte de un grupo especial que se llama RyE, de seguro viste algunos grafitis por la calle"

Aron se rio y le dijo a Eduardo que poco se había fijado en los grafitis dibujados.

"Te comprendo, Arón. Encontré a Ross y a Estefanía por los alrededores, y mejor estar acompañado que solo. Me contaron que estás con otras personas, quizá pueda ofrecer la ayuda de RyE allá."

Arón asintió y decidió acompañarlos también.

Al cabo de un rato encontraron unos potes de jugo y algunas botellas de agua. Todos se contentaron de su hallazgo, y decidieron bajar a la entrada del centro comercial y la encontraron llena de engendros.

Arón miró a Eduardo y le pregunto "¿Acaso sabes de otra salida?". Eduardo le respondió que si conoce una, pero es una zona de guerra.

Ross le dijo a Arón que pasarán rápidamente por ahí, sin emitir alguna clase de sonido.

Aunque la misión se veía más que imposible, era eso o cruzar el campo de guerra.

Arón sujetó con fuerza su arma y le dijo a Ross "Vale, vamos"

En mitad del transcurso, todos asustados y con un nudo en la garganta tratando de no emitir sonido alguno, un grito se escuchó desde el centro comercial, todos se quedaron inmóviles y se tiraron al suelo.

Los zombis no les prestaron atención a los muchachos, cuando pasaron todos los zombis, ellos se levantaron y se fueron corriendo hasta la casa de Arón.

Cuando llegaron a la casa de Arón, este les dio las llaves a Estefanía y dijo que se fuera con Eduardo.

Cuando se alejaron, Arón se volteó bruscamente y empujó a Ross.

"Aquí estamos unidos, todos comunicamos donde estamos. Este mundo no es bonito, este mundo no es para pasear por una calle, ahorita te quedas en casa y sales tú sólo para buscar algo."

Ross sujeto a Arón por el cuello de la camisa y le dijo gritando "¿Y tú qué? ¿Piensas que porque seas la persona que más se sacrifica por nosotros tienes el derecho de siempre ponernos con el corazón en la mano? Esto es unidad, según tú, pero no estoy solo, ¿sabes? No estoy loco y puedo pensar claramente en ideas de como subsistir ante tal cambio"

Arón miró con molestia a Ross, pero fueron interrumpidos por el ataque de una bestia humanoide, parecía un canguro pero no lo era.

La bestia saltó encima de Arón, y cuando esta bestia abrió la boca, saco un tentáculo que quería entrar en Arón.

"¡Quítamelo Ross!" Ross estaba viendo y solo pensó en darle una patada.

Arón se levantó y mientras la bestia humanoide se volvía a levantar, ellos cerraron la reja del edificio.

La bestia se quedó pegada a la reja, como si tuviera un deseo por la carne.

Ross y Arón se vieron a la cara y ambos subieron hasta la casa, cuando estaban en las escaleras, Arón le pidió disculpas a Ross por su actuación egoísta.

Cuando llegaron a la puerta de la casa, se encontraron con el feliz encuentro de Eduardo con las chicas .

"¡Eduardo, estábamos preocupadas por ti!"

Ross también lo abrazo y se alegró por su vuelta, Arón sólo se le acercó y le coloco la mano en el hombro seguido de una sonrisa.

Todos se quedaron en silencio mientras que Arón se dirigía al cuarto.

Relatos de otro hombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora