A Traves Del Tiempo (Sesshomaru X Kagome)

Cap 3

— tic...tic... — en el tercer "tic" soltamos las flechas. La mía estuvo en el círculo del centro, la se sango una línea más alejada.

Con ello ambas nos aseguramos el puesto de capitana y co-capitana al finalizar la prueba, Kikyo muy emocionada nos abrazó y nos arrastró camino a su casa.
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La fiesta no se hizo esperar, me parece increíble la capacidad que tiene Kikyo para hacer una reunión de tal magnitud en menos de una hora. Realmente impresionante.

Pero debo admitir que las celebraciones no son lo mío, todo el tiempo desde que llegué he estado con el mismo vaso de ponche y apostada en un rincón, sólo observando a los demás y riendo por lo que hacen. Al menos así estaba hasta que a mi lado apareció la ex-cazadora.

— ¿Genial no? — tenía una gran sonrisa de euforia en el rostro. — ¡Vamos! Tenemos que movernos un poco. La fiesta es de nosotras y para nosotras Kogome.— la voz de Sango fue lo último que escuche antes de que esta me arrastrara a la pista de baile, y aún a pesar de la euforia del lugar pude notar que aquí mi mejor amiga sonreía muchísimo más, definitivamente empezaba a amar esta vida.

  — Oye mira...— Luego de un par de horas más en las que ya había bailado mucho y tomado un par de vasos más de cerveza Sango me llamó y me indicó una dirección de la habitación en donde estábamos, seguí con mi mirada el lugar donde estaba señalando y encontré con sorpresa a Sesshomaru sentado allí, tenía un vaso de licor en la mano aunque parecía más un whisky que cerveza, a su lado también se encontraba Kikyo e Inuyasha sentados aunque estos parecían no querer separarse pues estaban que se comían a besos.   

Debo decir que lo que pasó a continuación se lo atribuiré al alcohol que se encontraba en mi sistema en ese momento pues tomando la mano de mi amiga me encaminé a donde estaba el hombre. A un metro me detuve.  — No pensé que te gustarán este tipo de fiestas Sesshomaru~ —mi voz salió más alegre, definitivamente culpa del trago. Su mirada se dirigió a mi, para acto seguido mostrar una hermosa sonrisa a mi persona, bueno al menos en esta forma el me sonreía. —Tengo un idiota que cuidar, además nunca hay que negar un buen trago gratis...— Levantó la copa hacia Kikyo quién solo levanto la mano con el pulgar levantado, aún sin despegarse de los labios de Inuyasha. De seguro Kikyo convenció al joven a venir con una de las botellas exclusivas de la familia, yo dejé salir una sonrisa. Sango se despegó de mí y susurro un "suerte" antes de ir con Miroku que, como en cada vida, ya estaba coqueteando con otra chica. Yo por mi parte decidí quedarme de pie al lado del mayor de los hermanos intentando encontrar una excusa para hablar. 

  —  Supe lo de tu entrada al equipo de arquería de la escuela, en hora buena. — El me evitó buscar tema, deje salir una sonrisa en ese momento. —  Si, así es, no estuvo tan difícil, pronto empezaremos a entrenar para los campeonatos... El arco siempre a sido un fiel acompañante. Terminé de beberme aquel vaso en mi mano justo a tiempo para que la música cambiara. Me llené de valor y estiré una mano hacia Sesshomaru.  — ¿Quieres bailar un poco? — El me miró unos instantes antes de asentir, se puso en pie y tomo mi mano para dirigirnos a la pista de baile donde empece a moverme al ritmo de la música. No era experta en ello pero debo admitir que se defenderme y todo gracias a la insistencia de Sango de tomar clases de baile. 

Pasé el resto de la fiesta con Sesshomaru, fue al rededor de las 4 am que el lugar empezó a desocuparse, la gente estaba feliz, lo noté cuando empezaron a despedirse de mi a la salida, no iba a negar unos cuantos abrazos. Para cuando la casa se desocupo ya el sol empezaba a asomarse al horizonte y yo decidí en ese momento que el suelo sería el mejor lugar para dormir. 

 Cuando desperté pude notar que no estaba donde se supone que debía estar, en el suelo, sino que me hallaba en una cama mullida, al mirar a mi alrededor noté que estaba en la habitación de Kikyo, un par de fotos me lo mostraban así como las cosas de chica esparcidas por la habitación, supuse que uno de los chicos debió subirme, es vergonzoso pero estoy agradecida por ello, al mirar mi teléfono noté que era poco más de medio día y tenía un par de llamadas perdidas de mi madre. 

Antes de salir de la cama le envié un mensaje para informarle que todo estaba bien y que llegaría a casa luego de ayudar a los chicos a limpiar. Fue en ese momento que me levanté de la cama y salí al pasillo, al parecer todos estaban despiertos pues podía escuchar voces en el piso de abajo, sin embargo me detuve en la escalera al escuchar mi nombre en la conversación. 

  —  Ella merece saberlo, la necesitamos en la manada... Esa era la voz de Sango, parecía algo enojada. —  No sé porque dicen que la necesitamos, es una simple humana, mi hermano y yo podemos solucionar lo que esta pasando sin contar con ella. —  La voz de Inuyasha, ya suponía que no me quería para nada. Antes de que siguieran hablando baje las escaleras y me pare en frente ellos con una sonrisa en el rostro. Casi al instante apareció Kikyo con una sonrisa ene l rostro mientras Sesshomaru le seguía. 

—  Temo que nuestro Alfa ya ha tomado la decisión chicos...  —  Dijo ella al llegar a mi lado y tomarme del brazo con una gran sonrisa en el rostro, empezaba a asustarme no es normal verla a ella de ese modo. Todos se quedaron callados y dirigieron su  mirada al hermano mayor, yo también me quede mirándole pues quería una explicación a  lo que estaban diciendo.  

  — Esto es simple, Kagome, ¿Qué sabes y piensas sobre los hombres lobo?—  La pregunta me cayó como un balde de agua fría, sin embargo dejé salir un suspiro, sabía por donde iba la cosa en esta vida, después de todo en un pueblo tan pequeño como Beacon Hills no muchas cosas son del todo secretas.  Todos me miraban ahora a mí, me cruce brazos — Por la forma en la que me miran supongo que no esperan una respuesta común... estoy segura de que existen, pero de hay a demostrarlo es totalmente diferente... saber, se mucho de lo que está en las redes, pero todos sabemos que la mayor parte de lo que está allí es mentira así que... ¿Por qué la pregunta? —

Todos miraron a Sesshomaru ahora, Dios, parecía como una discusión donde solo había espectadores. —  Bueno... Es porque queremos saber si deseas entrar a nuestra manada , la cosa es que si entras tendrás que guardar el secreto, básicamente si haces algo en contra de la manada desgarraré tu garganta con mis manos, aparte de eso, no es necesario que te transformes en uno de nosotros, no somos todos lobos...— Señaló a Kikyo. — ella es una Banshee, predice la muerte. — señala a Miroku. — el es nuestro perro del infierno. — Señala a Sango. — ella si es un lobo, mi medio hermano y yo también lo somos pero de nacimiento, Sango fue mordida. —Inuyasha casi salta contra su hermano en ese momento, pude ver sus ojos café oscuro cambiar a una tonalidad amarilla por un segundo, de alguna forma parecía muy molesto. 

Yo tarde poco menos de un minuto antes de volver a suspirar y pasar mi mirada en cada uno de ellos, Sango y Miroku eran mis únicos amigos, no es como si les fuese a dejar botados cuando debían estar muy desesperados para pedir mi ayuda. — Muy bien... Supongo que... — mire a Sango, tenía una mirada de cachorro, una que no puedo negar jamás de los jamases. — Estoy dentro... Pero, antes de cualquier cosa... ¿Por qué necesitan una humana dentro?— Esta vez fue Kikyo la que habló. 

  —  Eso es simple querida Kagome, necesitamos un ancla y eres perfecta para ello. —