Llegué a mi casa, nada más entrar por la puerta corrí a mi cuarto y me desplomé en la cama, la tensión iba a acabar conmigo. Mi madre me apresuró para que preparase las maletas, sí, el San Patrick's era un internado. Me habían mandado allí porque, según mi madre mi comportamiento era inaceptable. Era esto o un centro de menores.
Preparé las maletas de mala manera, sabía que sería duro. Lucía vino a casa para ayudarme y despedirse de mí. Era una chica bastante atrevida, la verguenza para ella no existía, su pelo negro con mechas rosas se cortaba dejando paso a un medio rapado que tenía en la cabeza. A la luz se podían ver sus ojazos color marrón que se escondían tras sus gafas. Era mi mejor amiga, y, aunque no tubiesemos nada en comun sabía que estabamos destinadas a estar juntas.
- No entiendo que te vayan a mandar a ese internado para estirados, siempre pensé que a quien mandarían primero a un sitio de esos sería a mi... - Dijo, intentando subirme el ánimo.
- No pasa nada, de todas maneras era o esto o el centro de menores. Prefiero estar con pijos a convivir con prostitutas y traficantes. -
Terminé las maletas, estaba muy triste, pero me podrían mandar cartas y venirme a visitar los días de visita. Pero era bastante extraño no estar con mis amigos y familia.
