Para ellas mis amores pasados.

Año: 1999. (23) Ni aquí ni allá.

Ni aquí ni allá.

Hincado en un altar frente al viento,

no sé a dónde ir y me arrepiento,

me ilumina una lagrima mi oscuridad,

estoy solo y sigo amando con verdad.

Salgo del lugar donde estaba,

veo las aves volar sin ser adulteradas,

se alejan de la plaza cruzando el aire,

siento la brisa fresca y un gozo sin estar con nadie.

Una neblina espesa cubre el lugar,

pienso que debo dejar de amar,

no veo nada ni una silueta,

el sol se apagó por una nube inquieta.

Camino descalzo pisando mis errores del pasado,

aun creo estar de alguien enamorado,

tengo frío por estar desnudo en mi alma sufrida,

tal vez tengo que seguir así mi propia vida.

Un ángel sale del aire hacia mí volando,

toma mis manos y me levanta,

me dice que me aleje de lo que me atormenta,

era ella la mujer que llevo amando,

Se derrite mi alma con el calor de la piel que toqué,

mis ojos lloraron y mis labios sonrieron,

del aire brotaron miles de luces sin retoque,

poco a poco esa mujer fue desapareciendo sin razón.

Quise no dejarla ir y se desvaneció,

en mi mente viajaba yo a su lado pero no estaba con ella,

que triste fue lo que sucedió,

encontrarla y luego perderla.

Miré un espejo flotante,

al ver la imagen detrás de mí veía mi pasado,

me puse a comprender que estaba en mi presente,

que todo era un recuerdo en mi alma anidado.

El silencio era el rey de donde estaba,

caí al abismo oscuro pues el suelo se esfumó,

caí y un ángel vino y se me acercó,

me dijo que siga adelante en la vida que no la abandonara.

Lentamente fui abriendo los ojos,

la luz podía ver frente a mí rostro,

todo fue un sueño sin dudar,

donde ni aquí ni allá está nadie conmigo.

Atte.: Gabriel Barreto P.

Mazatlán., Sinaloa. México. Lunes 23 de agosto de 1999. 01:40 hrs.

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