Año: 2001. (51) Romántico hasta los huesos.

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Romántico hasta los huesos.

A media luz bajo un farol,

está un hombre llorando sin control,

está escribiendo por un amor presente o pasado,

su mirada se pierde entre el sereno de media noche cómo si estuviera cegado.

Él vive de sus recuerdos,

romántico hasta los huesos,

desahoga sus penas entre versos y poemas,

lágrimas derraman sus ojos para olvidar sus problemas.

Le cuesta mucho revivir los detalles de su pasado,

pues él sigue enamorado,

ahí está meditando,

pues escribe a una mujer que sigue esperando.

Entre las estrellas él vaga en su mente,

esperando un alivio a su dolor,

buscando una respuesta a sus dudas simplemente,

las palabras tienen voz gritan que él busca una mujer que es su amor.

Qué mundo tan incoherente es el que vive,

sus sentimientos lo tienen cautivo y en declive,

su sentir lo mantiene de un amor preso,

romántico hasta los huesos.

Un perro y un limosnero comparten el farol en sus emociones,

denigrante escena nocturna,

mendigo de amor luz de luna,

alma encerrada en un ataúd de falsas ilusiones.

Perdido está sabiendo el camino,

perdido se siente en su destino,

sólo por no tener a alguien a su lado,

en sus papeles se nota lo que está lastimado.

En esa banca donde estuvo una vez con su amada,

que cruel es con el mismo sin pensar nada,

se hiere, se atormenta, no razona, sólo piensa en ella,

pobre iluso que se niega a perder a una mujer bella.

Su cuerpo débil lleva un espíritu fuerte,

eso lo mantiene vivo sin imaginar su muerte,

su fe en ella lo anima a seguir luchando,

peleando por su amor extinto y en el pasado.

Sus ojos tristes miran su fotografía que trae guardada en su libreta,

ve la imagen de la mujer que ama y espera,

su tiempo se le acaba la vejez lo está alcanzando,

su piel se agrieta su vida está por terminar.

Ya no siente su juventud pues cansado está por ella de amar,

bajo ese farol están sus años,

en esa banca se queda y se cansa de tanto esperar,

eso su cuerpo lo está recriminando.

Ha derrochado una buena parte de su vida,

desperdiciando una existencia por no dejarla en el olvido,

se niega a que ella la tiene perdida,

mira su imagen y habla con ella.

Se niega no dejar morir su amor que antes ha vivido.

pobre hombre es una lástima verlo así,

no entiende razones por esperar a su mujer está obsesionado y tranquilo,

su vida está dispuesto a dar por ella con gratitud sin sentir.

Que hombre tan noble pero que lastimosa es su actitud sin desfallecer,

cada mañana ese hombre se levanta y se va al parque,

se dirige a otro lugar donde estuvo en el ayer con una mujer,

sigue recorriendo esos lugares sin nada importarle.

Sigue con la ilusión de verla y encontrar su querer.

aún tiene fe de abrazarla y besarla,

va contando los pasos mirando al piso,

sin saber que a cada paso no puede verla.

Cada paso su vida continúa amándola como quiso.

al ir caminando va tirando pedazos de papel con versos escritos,

dejándole señales a su princesa le muestra el camino,

le muestra donde va y a donde puede encontrarlo sin perderlo.

Ahí está un romántico hasta los huesos,

él la espera bajo un farol,

romántico hasta los huesos,

con una rosa marchita sin color.

Habla con la fotografía,

se ríe creyendo su fantasía,

le ha escrito un millón de cartas,

son para su amada.

Romántico hasta los huesos,

buscando a la mujer de sus sueños,

romántico hasta los huesos,

quiere de una mujer ser su dueño.

Atte.: Gabriel Barreto P.

Mazatlán., Sinaloa. México. Domingo 18 de febrero de 2001. 00:48 hrs.

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Para ellas mis amores pasados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora