Capítulo cuatro.

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JaeBum fue hasta la parte del almacén  donde había un cuarto el cuál era para los empleados, allí se cambiaban y dejaban sus pertenencias, le pidió a Jinyoung que le trajera una camisa igual que el de los empleados además de un delantal de cintura el cual era de un color marrón obscuro y en una esquina tenía el nombre de la cafetería.

Su plan era simple se haría pasar por un empleado y atendería la mesa de youngjae, quería acercarse a él pero estába seguro que si lo hacía de manera normal el contrario se iría y no quería eso, además quería saber que reacción tendría youngjae al verlo tomar su órden.

-Por qué no solo vas le hablas y ya? - le decía el dueño de la cafeteria detrás de él con los brazos cruzados.

-No lo entiendes, es complicado. -declaró el otro completando su atuendo con una gorra del mismo color que el delantal que tenía puesto.

Salió del cuarto seguido por su amigo.

-Luego me contarás la historia completa entre ese chico y tú. - habló.

Llegaron a la caja y Yugyeom habló.

-No sé que lo que estes haciendo hyung, pero vé y atiende sus ordenes que ya estan esperando mucho. - empujó a jaebum hacia la dirección de la mesa donde estaba Youngjae.

Fue a pasos lentos, estaba nervioso muy nervioso y asustado, sería la primera vez que hablaría con su amigo luego de cuatro años y medio.

-Buenos días, que desean ordenar. - preguntó Bum con la mirada baja y extendiendo el menú.

-Buenos días! -saludó uno de los chicos animadamente. - Mark, que pedirás tú? - le preguntó al otro chico. Hasta ahora al parecer youngjae no lo había reconocido.

-Yo quiero un pastel de vainilla y chocolate y un café latte. -habló de nuevo el chico.

-Yo quiero un Espresso panna. -declaró el llamado Mark.- y tú  jae? -preguntó al aludido.

-Uhmm, yo.. Quiero un café latte. -habló el chico.

Por fin lo escuchaba hablar y en ese momento deseo mandar todo a la mierda y tirarse contra su amigo abrazarlo y decirle lo mucho que lo extrañaba que estaba arrepentido y por sobre todo poder probar sus labios de nuevo, esos dulces y suaves labios que alguna vez le dijieron que lo amaba y que él por idiota no correspondió.

Pero no, anotó todos los pedidos atentamente. Y por fin luego de todo ese tiempo alzó la vista mirando directamente hacia youngjae el cuál miraba el portátil que tenía frente suyo sobre la mesa. El chico sintió una mirada sobre él y lentamente alzó la vista hacía donde provenía esa mirada, se paralizó, esos ojos, el rostro que pensó en nunca más ver estaba frente a él, JaeBum estaba frente a él.

-Si eso es todo, me retiro con permiso. -se inclinó  y fue hasta la caja lo más rapido que pudo. Youngjae ya lo había reconocido.

Fue hasta la cocina y le dió la nota con los pedidos a uno de los chicos que se encargaba de eso. Salió al pasillo que daba a la oficina y suspiró pesadamente.

-Que pasó? -preguntó su amigo llegando alado de él.

-Creo que él me reconoció, pero no le dí tiempo de que reaccionara y me vine. -respondió.- se habrá ido? -preguntó más para si mismo que para su amigo.

-No, él  todavía esta allá, lo ví. - respondió a la pregunta el contrarió.

Eso alivió más a JaeBum.

Los minutos pasaban y Jaebum se estába desesperando cada tanto iba a ver la mesa de Youngjae quién parecía más tranquilo que nunca  incluso reía como si no se hubieran visto minutos atras. La orden de la mesa ya estaba lista y era responsabilidad de Jaebum llevarla, y otra vez sus nervios salieron a flote. Tomó la bandeja con las bebidas y los platillos y fue hasta la mesa.

Time-2Jae GOT7.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora