Daniela Morgan, 1987, España
Carta para mi tío:
Estuve a punto de hacer algo terrible, creo que ni siquiera tiene una descripción exacta.
Yo quise violar a alguien... No solo lo quise, lo intente.
Toda la familia se reunió en mi casa, incluyendo mis primos pequeños, aparentemente yo me fui a un cuarto a jugar con mi prima Salma, la menor de todos. Salma empezó a tener comezón en la espalda, me acerque a rascarla, pero mi mano, sintió el deseo intenso de acariciarla, comencé a acariciarla... Apareció un placer inexplicable en mi cuerpo... Sentí que algo andaba mal con eso, algo andaba mal conmigo. Sentí que un ser extraño se estaba apoderando de mi, era como un monstruo, se estaba subiendo a mi cuerpo, empece a angustiarme, me asuste. Mi prima se dio cuenta que mi comportamiento era extraño y se salió del cuerpo. Yo me quede inmóvil, el cuarto parecía hacerse más oscuro, la respiración se me agito. Caí en un llanto profundo, estaba destrozada, no sabía lo que estaba pasando, no sabía lo que estaba por hacer ¿Qué diablos iba a hacer?
Fue una experiencia desagradable. Pero eso solo fue el inicio. Desde aquel día cada noche tenia pesadillas, el monstruo atormentaba mis sueños, un sueño se hacia peor que el anterior.
Hasta que ya no aguante y mis padres decidieron mandarme con un psicólogo.
Mi psicólogo es diferente a todos los demás, manejaba el psicoanálisis.
Psicoanálisis es una corriente psicológica basada en pura interpretación. Lo que el psicólogo me explicaba es que él podia interpretar mis sueños, gracias a Freud.
Freud fue el fundador del psicoanalisis, él decia que los sueños eran deseos o recuerdos reprimidos de la mente. Entonces los sueños eran como una realidad interior oculta. Era claro que el moustro era real en mi vida, pero no sabia que simbolizaba.
Comencé a contarle mis sueños al psicólogo, él iba interpretando cada cosa y todo lo que le contaba, lo interpretaba como algo sexual... Me causaba cierta incomodidad eso. Pero sabía que si tenía relación, porque intente violar a alguien. Cuando le cuento todo al psicólogo comienza a indagar más en mi mente, es sorprendente como el solo haciendo preguntas comenzaba a desatar cosas en mi muy extrañas, eso él lo llamaba "catasis".
Me explico que Freud tambien postulaba algo en la mente llamado: Conciente, precociente e incociente.
Cociente es todo aquello que piensas en el presente. Precociente es algo que sabes, lo olvidas en el momento, pero sabes que esta ahí. Incociente es lo más oculto, lo negativo, lo reprimido, lo escondido.
Después de más tiempo en terapia descubrimos que yo fui violada. El monstro eras tú tío...
Me violaste cuando yo solo tenia 5 años. Era una niña. No sabes cuanto me destrozo darme cuenta de eso. Me destruyo. Me destruiste. Destruiste mi mente, obligándola a retener este dolor, obligandola a poner esto en el incociente y por consecuencia nunca trate con esto, y eso me llevo a querer violar a mi propia prima. Te das cuenta del la atrocidad que iba cometer.
Me di asco. Me miraba y me daba asco, quería arrancarme mi cuerpo, quería destrozarme, quería morirme. Quería matarte, quería destrozarte, quería escupirte.
Pero conforme hablaba más con mi psicólogo, me iba calmando. Poco a poco la ansiedad y el dolor se iban disminuyendo.
¿Por qué te escribo una carta? Porque hoy me quiero liberar de tu recuerdo. Bueno, tal vez nunca pueda desecharte de mi mente por completo, pero por lo menos recordarte ya no va traer consecuencias negativas a mi vida.
Otra cosa del psicoanálisis es que existe un "yo" "superyo" y "ello"
Mi ello quiere ir y matarte, aun cuando la ansiedad ha bajado con las terapias, aun cuando mi trauma ya está siendo sanado, aun quiere matarte, es mi necesidad matarte.
Mi superyo quiere perdonarte, me dice que lo correcto es perdonarte totalmente, hacer lo que debería de hacer, verte, perdonarte y mandarte a la cárcel...
Pero mi yo me esta balanceando en hacer lo mejor. No puedo verte en estos momentos de mi proceso, pero cuando este lista te voy a demandar... Pero no te voy a perdonar, pero tampoco voy a permitir que mi rencor arruine mi vida, quiero salir de esto, quiero proseguir, quiero vivir libre. Sin traumas. Sin ataduras.
Por eso escribo esta carta...
Hoy me libero de ti...
Hoy me quito esta cadena que me ahorca...
Hoy desido cambiar mi vida...
Hoy quemo esta carta liberándome...
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Cartas de Corrientes psicológicas
EspiritualEste libro contendrá cartas, con grandes historias que trataran de explicar cada corriente psicológica. Las historias contienen romance, amistad, lealtad a si mismos, destino, Dios, duda, perdidas,etc... Son historias que podrían marcarte.