Capítulo 2: La regla más importante del mago

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Menos mal que la caída no fue tan larga, además de que aterricé sentado en un muy cómodo sofá, el cual pensé en algún punto llevármelo a mi habitación, pero no era el mejor momento de cuestionarse eso con asuntos mucho más importantes que atender.

La habitación en la cual me encontraba, comenzó a iluminarse mientras se escuchaban los sonidos de engranajes y mecanismos alrededor, en especial el de un gran tocadiscos frente a mí que de manera automática, reproducía una voz familiar:

-Buenas, Bon. Debe haber pasado mucho tiempo, ¿no es así? Espero no hayas olvidado la forma en que hablaba tu querido padre.

Aún no me lo creía del todo, "¿eso quiere decir que todo esto estaba planeado?" fue lo primero que se me pasó por la mente, pero como sabía que creando más dudas no llegaría a nada, continué prestando atención a aquella máquina a la que se nota le afectó un poco el paso de los años.

-Hijo, sé que es repentino, pero quisiera continuar enseñándote lo que necesitas saber para ser un mago. Así que para empezar, ¿Recuerdas cuál es la regla más importante para ser uno?- Terminó mientras el artefacto se apagaba de la misma forma en la que había encendido.

-Así que seguía en pie lo de hacerme mago ¿eh?, y cómo voy a olvidar eso, padre tonto.-Decía en voz baja para mí mismo, algo triste por volver a recordar lo que ocurrió en aquel entonces.

A continuación, uno de los armarios a mi costado se abrió y dejó a la vista un traje que reconocí enseguida: era la vestimenta de Bunny Bon. No había forma de equivocarme, ya que la persona que salió en las noticias usaba las mismas prendas: Un traje en impecable blanco, así como los guantes, larga capa, medias, y zapatos bien lustrados. El sombrero de copa se diferenciaba de los demás con una cinta turquesa en ella. Una corbata roja, camisa turquesa, y el monóculo cuya pequeña cuerda terminaba en un pequeño pedazo de plástico que tenía grabado el diseño de un trébol con orejas de conejo, conformaban toda de la vestimenta.

-Así que papá tenía unos cuantos secretos en casa. Supongo que debo seguir con esto si es quiero averiguar algo, y lo primero es encontrarme con ese tipo.-Continuaba mi monólogo en lo que me cambiaba.-Bueno, me queda perfecto. Así que, ¡será hora de abrir el telón!-terminaba en lo que probaba la pistola que dispara naipes.

Mientras tanto, en la residencia Nakamori.

-Hey, ¿no era que estarías en el cuartel a esta hora? o ¿acaso ya te rendiste tan rápido en atrapar a ese ladronzuelo?-Le cuestionaba Meg a su hermano al notar que éste se encontraba en la casa.

-¡Claro que no, tonta! Ese tipo es mi objetivo principal. Sólo estoy de paso ya que olvidé algo.-Gritaba algo enojado, aunque cambió rápido de ánimos al encontrar lo que tanto buscaba.- ¡Aquí estás! Sabía que sólo debía ver bien por aquí.

-Oye, ¿eso no es...?

-En efecto, querida hermana. No pienses que faltaré a este caso sin mi amuleto de la suerte.-Respondía el pelirrojo mientras sostenía un collar.

-Sabes que eso es importante para ambos. No lo vayas a perder o peor, porque no creas que te lo perdonaré.

-Tranquila. Sabes que puedes confiar perfectamente en mí.

-Eso es difícil dado lo que ocurrió con Salchicha Segundo la vez pasada.-Decía ella mientras le miraba fijo.

-Oh vamos, sabes que eso fue un pequeño accidente.

-¡Inspector, se nos está haciendo tarde! ¿Está todo en orden?-Gritaba uno de los subalternos de Foxy desde las escaleras del primer piso.

-Uff, salvado por la campa- eh, digo, seguro vuelvo tarde para cenar, así que no me esperes, y deja la comida sobre la mesa. Nos vemoos.-Terminaba el susodicho en lo que salía corriendo y subía al auto de la policía para partir.

Magic Bunny 13011 #FNAFHSMagicBunnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora