De alguna manera Edward logró hacer algo para que mi madre pudiera estar libre, pagó de nuevo el taxi.
-Buenas tardes Señora, perdone las molestias.
-No se preocupe, perdóneme usted a mi.
Hubo un silencio algo incómodo.
-¿A donde vamos?.- Pregunta mi madre.
-Vamos a reconocer el cadáver del padre de Laura.
-¿¡Qué!?.
-Si madre- Digo con algo de miedo de su reacción.
-Pero esta mañana lo vi, puede que tenga esquizofrenia y todo eso, pero sé que esta mañana lo vi.- dice mi madre un poco alarmada.
-¿¡Que!?.-digo más alarmada que mi madre- en primer lugar,¡¿Esquizofrenia?!. Y en segundo lugar,¿¡Mi padre no es el amigo de él!?. -digo en seña a Edward.
El solo miraba por la ventana fingiendo no escuchar nada.
-Pues... Si, tengo inicios de esquizofrenia. Y el... Es tu... Hermano, pero al parecer el tampoco sabe.
-¿Por qué no me contaste antes?; Mucha información en muy poco tiempo, ¿Por qué no me contaste nada? Ahora qué, ¿El taxista es mi tío?.
-Creí que no estabas lista todavía.
-Perdón que entre a su conversación,¡¿somos hermanos?!.- Dice Edward.
-Al parecer sí- digo a punto de llorar por alguna razón que ni yo sé.
-Cálmense ¿Si? -dice mi madre.
-Bueno, está bien, pero explíqueme todo esto por favor- dice Edward- ¿ Usted es mi mamá?
Me estaba confundiendo un poco más cada segundo, ¡ahora nos desviamos del tema de mi papá o quien sea este sujeto!.
-¡ESPEREN!, mamá, explícanos con calma toda esta historia, me estoy confundiendo cada vez más y tú estás callada, ¿tienes algún secreto más?.
