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Ana María POV

Llegamos y la chica súper simpática (Notese el sarcasmo) le dijo a los chicos de arriba del muro, que abran.
Segundos después la puerta gigante se empieza a abrir lentamente. Siento que estoy a punto de entrar a un castillo. Su princesa está llegando putos.

-Pasen rápido- Le hacemos caso como buenos niños educados que somos.

-¿Quién es el que manda aquí?- Pregunto con curiosidad.

-Él no está aquí ahora pero está su mejor amigo, que es el segundo al mando- Responde sin muchas ganas.

-¿Nos llevarás con él?- Pregunta Kel.

-Obviamente- Esta chica no me agrada nadis nadis- Siganme.

Nos lleva a unos cultivos. Eso no me lo esperaba.

-¡Tompson!- Un hombre musculoso se gira, la mira y luego a nosotros. Mami sálvame.

-¿Él es el segundo al mando?- Pregunta Justina posiblemente shockeada por la cosa gigante y musculosa que se nos acerca.

-Si.

-¡Hola! ¿Los encontraste afuera?- No, adentro ¿No te jode?

-Si, estaban escapando de los zombies que encontramos el otro día en el rancho.

-¿Cómo se llaman?

-No lo sé- Se encoje de hombros. ¡Si! ¡No lo sabe por que es una súcia mal educada! Es que soy su madre y le doy con la chancla mística.

-¿Cómo se llaman chicos?

-Yo Ana María, ella Justina y él Kelvin.

-Un gusto conocerlos. Para poder quedarse tendrán que responder unas simples preguntas.

-¿Cuáles son?- Pregunta Kelvin.

-¿A cuántos zombies mataron?

-Ninguno, cada vez que veíamos a uno simplemente corríamos- Respondo.

-Entonces es obvio que no mataron a personas.

-¿Nos ve cara de asesinos?- Pregunta Justina indignada. Comparto el mismo sentimiento.

-La apariencias engañan. ¿Matarían a una persona?

-Yo solo lo haría si fuera una persona que intente matarme a mí o a los que quiero- Respondo. Es lo lógico ¿no?

-Lo mismo que dijo ella.

-Yo no se si me animaría a hacerlo pero.. si, lo que dijieron ellas.

-Bien, se quedarán ¿no?

-De echo, esperábamos que nos acepten- Responde Kel.

-Bienvenidos entonces. Chicas, siganme, las guiaré a su casa y Kelvin ve con Enna, te guiará a la tuya.

-¿Enna?

-Oh por dios Enna ¿No te presentaste?

-No sabía si se quedarían aquí, no era necesário.

-¿Y los modales?

-Se fueron al demónio, como todo. Chico, sigueme de una vez- La chica se gira y se va con un aura de "Voy a transformarme en el súper brayan blue si te me acercas mucho". Kelvin la sigue desde una distáncia segura, espero no lo mate, ya me empezo a caer bien.

-Discúlpenla porfavor, no le cayó muy bien perder a toda su familia.

-Está bien, no hay problema- Respondo para que deje de joder y me lleve a mi cueva. Obviamente no voy a perdonarla, duh.

Nos lleva hasta una casa de dos pisos con tres cuartos, dos baños y obviamente, la santificada cocina. Que es enorme, por cierto.

-¿Hay alguien más viviendo en esta casa?

-Oh si, otra chica, es unos años mayor que ustedes. Espero se lleven bien, ella no es buena haciendo amistades- Genial, otra señorita carismática que aguantar.

-Lo intentaremos- Dice Justina. Yo lo voy a intentar. Si después de dos segundos no funciona, me rindo. Facil, sencillo y para toda la familia.

-Bien, entonces las dejo para que se acomoden.

Justina entró a su cuarto y yo al mío. Apenas entré me tiré de plancha a la cama y me dormí. ¿A quién le importa ordenar? La hora de dormir es sa-gra-da, con "S" de Susana Gimenez.

~❤~

Dos idiotas entre zombies.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora