-¡Es hermoso, Pidge!- exclamó Lance por milésima vez recostado en el sofá de su apartamento. Reposaba la cabeza sobre el regazo de la pequeña chica castaña; mientras en la cocina Hunk preparaba algo de comer, el olor invadían el lugar, haciendo a sus estómagos esperar el alimento ansiosos.
- Con la primera vez que lo dijiste quedó claro- dijo el moreno desde la cocina. Pidge asintió para darle énfasis a las palabras de su amigo, invitando a que Lance se callara de una vez por todas sobre el tema de Keith.
- No sean amargados- replicó con un lloriqueo-. Aún hay algo que nos les enseñé- desbloqueó su celular y abrió la galería buscando con la mirada la foto de Keith con su jacket puesta; pero escondiéndola a los ojos ávidos de Pidge con una mano cubriendo la pantalla.
- Déjame ver- pedía la chica.
- Hace un momento querías que me callara- fingió estar ofendido, aunque todos sabían que no era así.
Se escuchó una alarma desde la cocina y a Hunk corriendo a revisar el horno.
- ¡Vamos, Lance! Dinos de que se trata- habló una vez la bandeja estuvo fuera del horno. Si me dices, te daré el trozo más grande de la pizza.
- ¿¡Hiciste pizza!?- exclamaron los otros dos al unísono.
Hunk entró a la sala con aires de grandeza sosteniendo una bandeja redonda en sus manos.
- Habla, Lance.
El chico alto les mostró la foto de Keith, editada para que emojis de corazón invadieran todo lo que no fuera el chico.
- Awwwwwwwhhfbsbdgsbdgbfhgdfbgh- o algo así dijo Hunk.
- Es tan lindo- habló la chica sonriendo con picardía- ya fóllatelo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Disculpen la espera, pronto tendrán un capítulo nuevo (y largo), por ahora espero que les guste esto. ❤🌈
