¡Tom!...
Estaba sentado en la cafetería del hospital mientras esperaba los resultados de Elena. Me sentía horrible.
¿Cómo iba a saber yo que se desmayaría?
Vale, en ella era normal cuando le sube la tensión por nervios o cualquier otra cosa.
¿Pero justo cuando la vuelvo a ver?
Hoy no es mi dia de suerte.
-Hey, Tom-me llamo Jake.-Ven conmigo.
+¿Ya tienen los resultados?-pregunte sorprendido.
-No-mis alegrías se fueron muy rápido.-Pero vamos.
¿Y ahora qué pasara?
¿Viene el demonio o que?
Al salir de la cafetería vimos a una rubia, alta, subida a unos grandes tacones, vestía muy arreglada y con un bolso de marca.
-Hola chicos-peor que el demonio.-Cuánto tiempo.
+¿Raquel? Vaya hola-le dije alegre.-Estas....muy cambiada.
-Es lo mismo que me ha dicho Jake jajaja, tu sigues igualito.
-Hey chicos-gritó alguien desde la puerta principal.
Aparecio una chica morena, llevaba gafas y con pintas de casi no haberse arreglado.
+¿Elisabeth?-estaba quedándome en shock.
Corrio a abrazarnos.
-Cuanto os he echado de menos-dijo ella-¿Vinisteis a ver a Elena?
Todos asentimos.
Una enfermera bastante fea se paró delante de nosotros.
-¿Son ustedes conocidos de Elena García?
-Sí-dijimos todos.
-Bueno, ella esta bien, sólo ha tenido un pequeño mareo a causa de una repentina bajada de tensión. Tendrá que quedarse esta noche para estar seguros de que no hay peligro.
+¿Podemos verla?-tenia muchas ganas de hablar con ella.
-Sí, pero de uno en uno.
+De acuerdo-le respondí.
La chica se marcho dejándonos sólos.
+Iré yo el primero-mi preocupación debia de notarse bastante.
-Vale-respondieron ellos.
Y entre en la habitación. La vi "durmiendo". Se notaba que estaba despierta.
Es tan bonita.
Besé su mejilla esperando a que reaccionase.
Abrió sus preciosos ojos color caramelo para fijarse en mí. Yo sonreí, se me quedó cara de tonto.
+Hola Elena-decidí romper el silencio.-¿Cómo te sientes?
-Pues sigo viva y respiro. Supongo que bien.-eso me hizo reír.-¿Qué haces aquí?
+Te traje al hospital después de...
-No me refiero a eso-estaba seria.-¿Por que volviste a Barcelona?
^Por ti^
+Para trabajar de chef más cerca de casa.
-Mentiroso.
+¿Por qué lo dices?
Se le escapó una sonrisa.
-Porque cuando mientes, miras el suelo-decía alegre.
+¿Aún te acuerdas?-no pensé que recordaría algo tan simple como eso.
-Claro que sí, tu fuiste...-dejo de hablar.
+¿Qué?-me acerqué a ella quedando a centímetros uno del otro.
-Na-...nada-empezaba a ponerse nerviosa de nuevo.
Esto no era bueno, lo sabia mejor que nadie, pero a veces, hay que arriesgarse.
Tenía unas ganas increíbles de besarla. Sentir de nuevo sus labios sobre los míos. Demostrarle que aún la amo.
+Tus labios estan muy ricos.
-¿Qué dic....
No le deje que siguiera con la frase. Sus labios sabían a fresa, seguramente por su pintalabios. Podía oler su perfume a vainilla, como lo añoraba. Nuestros corazones estaban acelerados. Era un beso que deseaba. Tan apasionado.
Segundos después, la tenía agarrada por la cintura y ella enlazaba sus manos en mí cuello.
-T-...Tom...-susurró separandose un poco.-Esto no esta bien.
Continúe besandola a pesar de lo que me dijo. La quería y no la soltaría nunca.
-Tom....-suspiró.-Por...favor.
Nada me frenaba. Eran tantas situaciones a la vez: Deseo, amor, peligro,...
-M-...me..., no...puedo.....cas-..i.....respi-..rar-dijo entrecortada.
Ahí ya paré.
^¿Pero cómo se te ocurre? Qué hace un rato se ha desmayado^
Se quedó mirándome con cara de haber visto un fantasma. Estaba colorada.
+Lo....siento-le dije dirigiéndome a la puerta para salir.
-Espera..., no te vayas.
¿Quería que me quédase?¿Por qué?
Me acerqué de nuevo pero no tanto. Nos evitabamos la mirada. Puse mí mano sobre la suya y ella no las enlazó como solía hacer.
+Tengo que irme, los otros también quieren verte.
-No me dejes aquí sola Tom, llama a Peach por favor.
^Mira para que quería que te quedaras^
No quería dejarla nunca más. Es difícil pasar tu cumpleaños en el hospital.
+Tranquila mí.... amiga-se me iba a escapar "amor".-La llamaré.
-De acuerdo-seguía aún triste y decepcionada.-Prometeme que volveras con ella, llama también a Raquel.
Le bese la mejilla y desde la puerta le dije.
+Te lo prometo.