¡Tom!...
^¿Pero qué te has fumado? ¿Por qué la has llamado?^
No me había dado cuenta de lo que había hecho hasta que terminé de decir aquella frase.
¿En qué momento se me ocurrió que llamarla y cenar con ella era la mejor forma de reconquistarla?
-¿Cómo dices?- preguntó ella con un tono de voz que demostraba su sorpresa.
+Qui..ero que n..os ve..amos-tartamudee como un gato entre una manada de perros alrededor mirándolo fijamente.
-¿Ahora?- ella seguía sin creerlo.
+Sí- sabía que ella no aceptaría y podría planearlo más detenidamente para otra vez.
-Vale- ¿Qué?.- Pero deja que me arregle un poco.
+De acuerdo ¿Voy a buscarte?
-Sería lo ideal.
+¿En díez minutos?- saldría pitando, pero cuanto antes la viese, mejor.
-Espero que me de tiempo- ella se rió e hizo que notase un hormigueo que tenía en el estómago.
+Hasta ahora Elena.
-Lo mismo digo- podía notar que estaba sonriendo como un tonto.
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Llegué a su edificio y llamé al timbre.
-¡Ya bajo!- dijo casi chillando.
En unos dos minutos bajó y pude verla.
Iba con un jersey rojo de manga larga, una falda con forma de campana blanca con rayas negras y unos botines negros.
Estaba espectacular.
+¿Nos vamos?- pregunté mientras me fijaba en su pelo ahora ondulado y sus ojos maquillados.
-Sí, venga- me di cuenta que detrás de ella había una persona. Era el modelo inglés.- Vamos en tú coche ¿Verdad?
+Claro- mierda, esto no era lo que quería.
